La Vanguardia

Hamilton se acomoda en el liderato tras imponerse en Hungría

Con la ayuda de Bottas, el inglés vence y amplía su liderato a 24 puntos sobre Vettel antes del parón estival

- TONI LÓPEZ JORDÀ

A la playa, o a entrenarse, o adonde se le antoje. Lewis Hamilton se irá de vacaciones con su mayor ventaja en el liderato en lo que va de año, 24 puntos sobre Sebastian Vettel, gracias al triunfo plácido del que disfrutó ayer en Hungarorin­g. Una victoria, quinta de la temporada en 12 carreras (y 67.ª de su palmarés), en la que tuvo mucho que ver su escudero, un sacrificad­o Valtteri Bottas, que acabó sin neumáticos y jugando a los coches de choque contra Daniel Ricciardo y un Vettel al que se le empieza a complicar el título más de la cuenta.

“No sé si me iré a la playa, o estaré más ocupado entrenándo­me para estar listo para la segunda parte de la temporada; seguiremos empujando duro”, se prometía Hamilton al bajarse del Mercedes, con los 25 puntos en el zurrón y 7 más de ventaja sobre Vettel. El inglés está que no se lo cree. En un trazado favorable a Ferrari como Hungarorin­g, les birla la pole, gana y sale más líder, cuando el bólido rojo había sido el más rápido en cada sesión. ¿Cómo se explica? Por la lluvia del sábado, que le dio la vuelta a la parrilla y facilitó el doblete plateado en la primera fila de salida. Un factor muy decisivo en la pista magiar, donde adelantar cuesta horrores. De eso se benefició Hamilton, con la ayuda impagable de Bottas, para mantener a raya a los dos Ferrari, que nada pudieron alterar en el arranque –los cuatro primeros conservaro­n sus posiciones–, ni tampoco en la estrategia de las paradas. Aunque Ferrari apostase por una táctica inversa de neumáticos con Vettel.

La cuestión es que, como deseaba Mercedes, la carrera de Hungría tuvo muy poco movimiento. Poca historia. Hamilton conservó bien la cabeza en la salida, escoltado por Bottas, abrió hueco y construyó un margen de protección suficiente como para no poner en peligro la primera posición en los pitstops, si no había interrupci­ones inesperada­s.

De este modo, el trabajo duro, oscuro, de carga, de contención, recaía una vez más en Bottas, que calcó la estrategia de Räikkönen para evitarse el undercut, y apretó cuando hizo falta para evitar que Vettel le pasara tras el cambio de neumático tardío del alemán (de ultrabland­o a blando), para poder seguir protegiend­o a su jefe de filas. El escudero fiel aguantó detrás a Vettel como un soldado obediente durante 25 vueltas, de la 40 a la 65, cuando cedió la posición desfondado. La defendió con uñas y dientes, en inferiorid­ad de condicione­s, con unas gomas 23 vueltas más viejas, además de más duras. Vettel pudo adelantarl­o a falta de 5 giros para la meta... cuando Hamilton ya estaba lejísimos, a casi 25 segundos. Imposible alcanzarle. Gracias, en parte, a la labor de barrera protectora de Bottas.

El finlandés acabó sufriendo, y sancionado. Bottas, en su intento de contener a Vettel, iba muy justo de neumáticos y se pasó de largo en la curva 2, por lo que acabó tocando al Ferrari por detrás. Vettel, que había entrado muy agresivo, siguió sin problemas, pero el Mercedes número 77 rompió la parte lateral del alerón delantero, por lo que perdió agarre y dirección. Un contratiem­po que notó en la última vuelta de carrera, cuando luchaba con Daniel Ricciardo por mantener la quinta posición. El finlandés, sin tren delantero, con dificultad­es para mantener la dirección, embistió al Red Bull en la curva 1 de manera aparatosa. Los comisarios no se lo perdonaron y lo sancionaro­n con 10 segundos (que no cambiaron su 5.ª posición) y con 2 puntos en su carnet de piloto. Afectación mínima.

Hamilton acabó venciendo a placer, con más de 17 segundos sobre los dos Ferrari, que lamentaban haber desperdici­ado una buena ocasión de recortar distancias. “Ha sido clave nuestra entrada en boxes –se le encalló una rueda en el cambio de neumáticos–, pero he salido detrás de Bottas. Después, con el toque con Valtteri, suerte que el coche no se ha roto y he podido continuar”, decía un Vettel que, al contrario que Hamilton, se marcha de vacaciones con preocupaci­ón: a -24 del inglés, cuando el año pasado en el parón veraniego amasaba 14 puntos sobre Lewis.

Su esperanza: que Hamilton nunca ha ganado el Mundial en los cinco años en que venció en Hungría (2007, 2009, 2012, 2013, 2016). ¿2018 tampoco?

TRIUNFO CÓMODO Hamilton abrió hueco desde la salida y contó con la labor de contención de Bottas sobre Vettel

CADA VEZ MÁS LEJOS Vettel, que el año pasado sacaba 14 puntos a Lewis en el parón, ve alejarse al inglés en sus pistas favorables

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LASZLO BALOGH / AP Lewis Hamilton recibe la felicitaci­ón de su fiel escudero Valtteri Bottas durante la celebració­n de su victoria con el equipo

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