“Rusia avanza, pero no me fío”
Coe mantiene el veto a los atletas rusos, cuya bandera tampoco defenderán la próxima semana en Berlín
Grigori Rodchenkov (59) es un ser etéreo refugiándose en algún lugar. Le va la vida en ello. El Kremlin lo tiene en el punto de mira.
Rodchenkov abrió la boca en una ocasión. Lo hizo en el 2015, tras los Juegos de Invierno de Sochi (2014), cuyo laboratorio antidopaje presidía. Rodchenkov dijo que había vivido parte de aquellos Juegos manipulando botes de orina de madrugada, a la luz de un flexo, mientras los olímpicos rusos acumulaban podios. Dijo que lo había hecho por encargo. Que las órdenes venían del Kremlin. También se declaró arrepentido.
Luego fue a esconderse en algún lugar de Estados Unidos.
Y allí sigue.
Su denuncia trajo consecuencias. Provocó el veto en bloque al olimpismo ruso, que no pudo acudir a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Se le acusaba de dopaje de Estado.
El veto se prolongaría por un tiempo, cerca de dos años, hasta marzo de este 2018, que es cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió levantarlo. Ocurrió en vísperas de los Juegos de Invierno en Pyeongchang. En Corea del Sur hubo deportistas rusos defendiendo su bandera.
En marzo, todas las federaciones internacionales se habían puesto de acuerdo: consideraban que los rusos estaban barriendo la casa, depurando responsabilidades, castigando a sus directivos, sus técnicos y sus deportistas tramposos.
Todas lo habían visto así, salvo dos. Una era la Federación Internacional de Halterofilia. La otra, la de Atletismo (IAAF). Para ambos organismos, los halterófilos y los atletas rusos siguen siendo unos apestados.
No hubo atletas rusos en los Mundiales del verano pasado en Londres, y tampoco los habrá la semana que viene, en los Europeos de Berlín. Sebastian Coe, presidente de la IAAF, lo confirmaba hace unos días. Lo hizo durante la asamblea del atletismo en Buenos Aires. El ruso que compita en Berlín lo hará en nombre de los Authorised Neutral Athletes (ANA).
Coe dijo que los rusos están haciendo bien algunas cosas, pero no todas: “Aunque los cambios son muy fiables, solo levantaremos la suspensión cuando sean fiables del todo”, dijo.
Se deduce de todo esto que el atletismo ruso ha metido mano entre los corruptos. “Ha suspendido provisionalmente a los entrenadores [involucrados en la trama] y ha trabajado duro con los atletas jóvenes”, dijo Rune Andersen, jefe del grupo de trabajo de la IAAF en el caso ruso.
Sin embargo, Moscú tiene deberes. Rusia debe comprometerse a pagar los costes de la investigación, asumir que su Ministerio de Deportes “orquestó y encubrió” las prácticas de dopaje sistemático y entregar a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) aquellas muestras de atletas hipotéticamente “perseguibles”.
Rusia dice que cumplirá. Pero lo hace con la boca pequeña y a regañadientes. El Kremlin sigue viendo fantasmas más allá de sus paredes. Y mantiene el foco sobre Rodchenkov, cuya cabeza ha pedido algún alto mando federativo en alguna ocasión.
Por ejemplo, Leonid Tyagachev, presidente honorario del Comité Olímpico Ruso:
–Rodchenkov debería ser ejecutado como castigo por sus mentiras. Stalin lo hubiera hecho
Jim Walden, el abogado de Rodchenkov, lo asume:
–Rodchenkov nunca podrá descuidar su espalda cuando camine por la calle. Y eso lo sabe.
Y Rodchenkov busca un escondrijo, comunicándose a duras penas con su familia, que permanece en Rusia.
En realidad, nadie sabe muy bien dónde para Rodchenkov. Cada vez que le cita un juez o una comisión en Estados Unidos, quien aparece es Walden. Ocurrió por
DEBERES POR HACER Moscú debe pagar los costes de la investigación, asumir que su sistema es corrupto y entregar muestras de atletas
TESTIGO PROTEGIDO Grigori Rodchenkov, el hombre que destapó la trama, sigue escondido en Estados Unidos
ejemplo este mes, cuando le convocó una comisión del Congreso.
–El fraude por dopaje es un ejemplo más del sistema mafioso que Vladimir Putin ha creado en Rusia –dijo Walden, dando voz a Rodchenkov.
Aquel día, y ante la misma comisión, compareció Yulia Stepanova, excelente mediofondista reconvertida en testigo protegido en Estados Unidos:
–Si quieren acabar con el sistema de dopaje ruso deberían empezar por arriba...