La Vanguardia

Kim Jong Un

Trump ignora el hallazgo y se aferra a que la negociació­n va bien

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

LÍDER DE COREA DEL NORTE

Los servicios de inteligenc­ia de EE.UU. han detectado que Corea del Norte está fabricando nuevos misiles interconti­nentales, pese a las promesas de desnuclear­ización de su líder en el encuentro con el presidente Trump.

Como dice la canción, estos son malos tiempos para la lírica.

Y, sin embargo, esa relación tan singular, que parecía imposible, entre el presidente estadounid­ense Donald Trump y el dictador norcoreano Kim Jong Un trae a la memoria una estrofa de Leopoldo María Panero:

“...de todos los favores que pude prometerte te debo la locura”.

No se sabe quién se lo recita a quién, pero parece que la realidad no es como la pinta la Casa Blanca, al menos por ahora.

Tras la reunión que mantuviero­n ambos mandatario­s en Singapur el 12 de junio, Trump regresó a su país con la promesa de que se había acabado la amenaza nuclear de Corea del Norte. “Los americanos pueden dormir tranquilos esta noche”, proclamó.

Las cosas, sin embargo, no resultan ni tan claras ni tan fáciles como dijo. Las agencias de espionaje de Estados Unidos han detectado que Corea del Norte está construyen­do nuevos misiles, según avanzó The Washington Post citando fuentes oficiales.

Esta producción se realizaría en la factoría donde el régimen de Pyongyang produjo el primer misil balístico interconti­nental con capacidad para alcanzar ambas costas de Estados Unidos.

La inteligenc­ia estadounid­ense habría obtenido evidencias entre las que se incluyen fotografía­s tomadas por un satélite este mismo mes de julio. Todo indica, siempre a partir de esas imágenes, que los norcoreano­s trabajaban en al menos dos cohetes interconti­nental de propulsión líquida en las instalacio­nes de Sanumdong, a las afueras de la capital. En una de las fotos apare- ce un camión de los que habitualme­nte trasladaba­n los cohetes. No se observa si carga uno, al haber un toldo.

“No hay nada malo en mantener encuentros”, afirmó este lunes Trump al ofrecer citarse con el presidente iraní sin precondici­ones. “Me reuní con el presidente Kim. No hemos visto el lanzamient­o de un misil en nueve meses. Nuestros prisionero­s han regresado, muchas cosas suceden, muy positivas”, añadió. Al hablar del regreso aludía a la repatriaci­ón el viernes de 55 cofres con los supuestos restos de otros tantos soldados que murieron a consecuenc­ia de la guerra en aquella península hace ya 65 años.

Ni una palabra sobre los supuestos hallazgos de sus agencias de inteligenc­ia. Estos informes respecto a la fabricació­n de más misiles llegan después de la reciente revelación de que los norcoreano­s continuaba­n enriquecie­ndo uranio en el lugar llamado Kangson, donde se proseguía con actividade­s secretas.

Si Trump sólo aprovecha el asunto para felicitars­e, el secretario de Estado, Mike Pompeo, reconoció la semana pasada, en una comparecen­cia en el Congreso, que Corea del Norte no había dejado de producir “material de fusión”, usado en las armas nucleares, pese a las promesas de desnuclear­ización. Pompeo evitó responder si todavía fabrica nuevos misiles. Según esas fuentes, podría ser que estos nuevos cohetes estén sujetos a pruebas en el futuro con unos sistemas de

Los servicios de inteligenc­ia habrían captado la fabricació­n de dos misiles interconti­nentales

guía más exactos que los actuales.

Pompeo sostuvo, además, que se están haciendo progresos en las negociacio­nes. Los norcoreano­s, sin embargo, han dado muy pocas señales en ese terreno. De reuniones como la de ayer entre las cúpulas militares de las dos Coreas en Panmunjom poco trasciende.

La excepción sería la base de Sohae, donde los satélites captaron el desmantela­miento de unas piezas para satisfacci­ón de Trump. Pero los analistas lo vieron como simbólico, porque esas instalacio­nes estarían obsoletas.

Los expertos calculan que Kim dejará para el final el asunto de las bombas atómicas y nunca aceptará un desarme que segurament­e le condenaría a perder el poder.

Está claro que cada parte lee los acuerdos de Singapur según le conviene.

 ??  ??
 ?? HANDOUT / REUTERS ?? El general norcoreano An (izquierda) y su colega surcoreano Kim se reunieron ayer en la casa de la Paz en Panmunjom
HANDOUT / REUTERS El general norcoreano An (izquierda) y su colega surcoreano Kim se reunieron ayer en la casa de la Paz en Panmunjom

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain