Expansión industrial
El empresario mexicano no descarta repartir dividendo a partir del 2019
El magnate mexicano Carlos Slim, que controla el 81% de forma directa e indirecta de la compañía FCC, presenta en Madrid unas cuentas del grupo muy saneadas y anuncia una etapa de crecimiento.
El magnate mexicano Carlos Slim, que controla el 81% de forma directa e indirecta de FCC desde finales del 2014, apareció ayer por primera vez en Madrid en el día del inversor para presentar un grupo industrial mucho más saneado desde el punto de vista financiero, que iniciará una nueva etapa de crecimiento.
El directivo, acompañado de Esther Koplowitz y su hija Esther Alcocer, aseguró que FCC se ha transformado. Y para demostrar esa realidad ofreció algunas cifras:la deuda corporativa del grupo se situará en diciembre de este año (en cifras proforma) en 1.386 millones de euros, frente a los 4.983,2 que presentaba en septiembre de 2014. Los gastos financieros se han reducido desde los 388,5 millones a los 65 millones y los gastos por intereses, a los que calificó de “sangría” han pasado de 478,5 a 90,3 millones, con una tasa anual que ha bajado del 5,8% al 2,25%.
El multimillonario recordó que cuando entró en FCC frenó algunas inversiones y dejó en suspense la venta de activos íntegros, como la inmobiliaria Realia. Entre sus máximas –que aseguró que se mantendrán– figura “no vender por debajo de costes” . En este sentido, Slim no descartó dar entrada a nuevos socios en algunas áreas significativas de la compañía. Desde su llegada, el grupo ha vendido sólo el 49% de su filial de gestión de agua, Aqualia, al fondo australiano IFM por 1.024 millones de euros. Replicando ese modelo y siguiendo la política de gestión de su grupo mexicano Carso , Slim aseguró que no “descarta la entrada de nuevos socios en alguna división para que siga creciendo”.
Respecto a dar entrada a nuevos socios en la cabecera para que la compañía goce de mayor liquidez y pudiese volver al Ibex- 35, Slim se mostró más reacio. El empresario mexicano controla el 61% de forma directa y tiene un aval sobre el 20% restante que controla la familia Koplowitz. De ahí, que de forma conjunta controle el 81% del capital.
Sin embargo, el directivo abrió la puerta a repartir dividendos en el año 2019, tras los cinco años que llevan suspendidos. En el 2013, el grupo sufrió unas pérdidas de 1.500 millones y el año pasado volvió a la senda de los beneficios. En el primer semestre de este año, el grupo constructor y de servicios logró un beneficio operativo bruto (ebitda) de 844 millones.
Tras el saneamiento de FCC, el multimillonario aseguró que están preparados para adjudicarse nuevas concesiones en España y fuera, así como para crecer en la división de medio ambiente y en la de energía.