Lazos y estrellas
Rivera exige a Sánchez que “limpie las calles” de estelades
El PP y Ciudadanos quieren “limpiar las calles, plazas y playas de Catalunya” de símbolos independentistas.
El PP y Ciudadanos quieren “limpiar las calles, plazas y playas de Catalunya” de símbolos independentistas. Ambas formaciones coincidieron ayer en casi todo –hasta con perífrasis similares– al hacer balance del fin del periodo de sesiones en el Congreso de los Diputados, pero singularmente en mantener viva la tensión política contra el Govern de Quim Torra y sus aspiraciones secesionistas. Sobre todo, allí donde el procesismo lleva una más evidente ventaja: en la batalla simbólica. PP y Ciudadanos aspiran a la erradicación de la propaganda independentista de Catalunya.
El más explícito fue Albert Rivera, líder de Cs, quien exigió al presidente Pedro Sánchez que “limpie las calles de símbolos ilegales” y se preguntó “¿por qué vemos plazas enteras con cruces amarillas? Esto sucede con el visto bueno de la Delegación del Gobierno”. Rivera amenazó: “Si no lo hace el Gobierno, lo haremos nosotros; ya hay ciudadanos retirando propaganda ilegal de las calles y las plazas”. Rivera es singularmente agorero respecto a la situación de Catalunya, considera que “estamos mucho peor” que hace dos meses y barrunta un nuevo “golpe contra la democracia” por parte del Govern.
La nueva portavoz parlamentaria del PP, Dolors Montserrat, fue más práctica y anunció para septiembre una propuesta de reforma de “la ley de símbolos”, en consonancia con las sentencias que propugnan “la neutralidad de los espacios públicos”. Aseguró que Sánchez está condenado, porque “el independentismo es insaciable”, señaló a modo de resumen de la situación política catalana.
Ambos partidos coinciden en que estos espacios públicos no pueden cobijar la expresión de causas políticas que desborden la Constitución. Y ambos, con distinta intensidad, amenazaron con aplicar un nuevo 155 a Catalunya si las cosas no cambian. En el caso de Cs, de forma inmediata –“ya nos opusimos a su retirada”–; en el del PP, que conserva la mayoría absoluta en el Senado para aprobarlo, como posibilidad: “Estaremos vigilantes” ante la reunión de hoy de la comisión bilateral.
También coinciden en describir con metáforas de sometimiento masoquista la situación del gobierno de Pedro Sánchez. A juicio de la portavoz del PP, el Ejecutivo socialista está “maniatado” por “el separatismo, el nacionalismo vasco y el populismo de Podemos”. La alusión al nacionalismo vasco la desarrolló: “Pedimos la comparecencia urgente del ministro del Interior”, señaló, ante la eventualidad de que se produzca un acercamiento de presos a Euskadi. “No cabe ningún chantaje y quedan crímenes de ETA sin esclarecer. Nuestra prioridad son las víctimas y no vamos a consentir que el relato se reescriba a favor de los verdugos.”
Rivera lo simplifica: todo lo que haga Pedro Sánchez está “condicionado por separatistas y populistas”. Por eso el líder de Ciudadanos pide elecciones inmediatas: “Sánchez debe saber que esta legislatura está en los minutos de descuento. Sánchez tiene un Gobierno débil, sin votos, sin escaños, sin mayorías y sin proyecto. Que convoque elecciones”.
Monserrat, al respecto, se limitó a decir que el PP presidido por Pablo Casado “está listo para afrontar una convocatoria electoral”.