Los moteros ultranacionalistas de Putin abren una base en Eslovaquia
Los Lobos Nocturnos suponen “un grave riesgo”, dice el presidente eslovaco
Los Lobos Nocturnos, el club de moteros ultranacionalistas rusos, ha abierto una base en Eslovaquia. Muy próximos al presidente ruso Vladímir Putin, que los ha condecorado en el Kremlin, estos moteros se consideran guerreros defensores de la Madre Rusia, enfrentados a la Unión Europea, Estados Unidos, la OTAN, la democracia y la homosexualidad.
El presidente eslovaco, Andrej Kiska, reunió ayer a los servicios de inteligencia para evaluar la amenaza y aseguró que los Lobos Nocturnos suponen “un grave riesgo para la seguridad” del país, por lo que ordenó el desmantelamiento de la base.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó, sin embargo, que expulsar a los moteros de Putin no será fácil porque están constituidos como club y no pertenecen a ningún partido político, a pesar de que cuentan con el apoyo de la derecha ultranacionalista eslovaca.
Eslovaquia es miembro de la OTAN y de la UE, y cada verano los Lobos Nocturnos cruzan su territorio durante una gira por varios países centroeuropeos que pretende conmemorar la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial.
Los moteros aseguran que su principal objetivo en Eslovaquia es abrir un museo en honor de los militares soviéticos que derrotaron al fascismo en la Segunda Guerra Mundial. En la base de Dolma Krupa, que era una antigua granja de cerdos, han acumulado motocicletas, viejos carros de combate, vehículos policiales.
“No son unos amantes inofensivos de las motos”, afirma el presidente Kiska, sino “una herramienta” del Kremlin “implicada en la ocupación de un país vecino”. Eslovaquia hace frontera con Ucrania y los Lobos Nocturnos participaron activamente en la anexión de Crimea en el 2014, así como en la guerra en el este del país. Allí, en Donetsk y Luhansk, han reclutado a milicianos separatistas y actuado a las órdenes de los servicios especiales del Kremlin.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores eslovaco ha declarado a la cadena BBC que los Lobos Nocturnos forman parte de la ofensiva del Kremlin para desestabilizar las sociedades europeas. “La influencia dañina de sus miembros –dice– es evidente cuando expresan opiniones que pretenden reescribir la historia, diciendo, por ejemplo, que Crimea era, es y será siempre rusa, que Stalin era un gran héroe o que la OTAN
acorazados
y
también
El club ha actuado como una fuerza paramilitar al servicio del Kremlin en Crimea y el este de Ucrania
es una organización criminal”. Estados Unidos tiene sancionados a los Lobos Nocturnos y especialmente a su líder, Alexander Zaldostanov, alias El Cirujano, un antiguo dentista de 55 años que se cree “un guerrero que lucha por mi país y mi historia”. Putin le condecoró con la Orden del Honor por su labor en “la educación patriótica de los niños” durante una ceremonia celebrada en el Kremlin en el 2013. Dos años antes habían rodado juntos durante un encuentro de los Lobos Nocturnos en la ciudad rusa de Novorosiysk.
Al año siguiente, durante la anexión de Crimea, Zaldostanov y sus moteros, actuando como una fuerza paramilitar, atacaron una central gasística, así como el cuartel general de la armada ucraniana en Sebastopol.
Es frecuente ver a Zaldostanov en la televisión rusa, lanzando proclamas ultranacionalistas. El Kremlin le ha financiado con más de un millón de euros para que pueda organizar las marchas y festivales que expanden la parafernalia ultranacionalista por Rusia y los países vecinos.
El club cuenta con más de 5.000 afiliados y también está presente en Serbia, Rumania, Bulgaria, Macedonia y las repúblicas bálticas.