El Estado Islámico mata a cuatro occidentales en Tayikistán
El Estado Islámico (EI) se atribuyó ayer el asesinato de cuatro ciclistas occidentales en Tayikistán. Un coche los atropelló el domingo a plena luz del día. Los asaltantes salieron luego del vehículo y apuñalaron a sus víctimas. El ataque tuvo lugar en Danghara, al sudeste de Dushambé, en plena Pamir Highway, una carretera que une Tayiquistán con Kirguistán y que es muy popular entre ciclistas aventureros porque tiene varios puertos por encima de los 4.000 metros.
Entre los cuatro ciclistas asesinados había dos estadounidenses, un suizo y un holandés. Otros dos miembros del equipo lograron sobrevivir a pesar de haber sido también apuñalados. El séptimo miembro del grupo, un francés, resultó ileso porque se había descolgado unas decenas de metros de sus compañeros.
El EI ha difundido un vídeo en el que aparecen cinco jóvenes sentados bajo un árbol. Acusan a los dirigentes tayikos de ser unos “apóstatas”, de haber vendido su religión y permitido que el país lo ocupen “herejes”. Al final declaran su alianza a Abu Bakr al Bagdadi, líder de la organización yihadista, y se conjuran para matar “herejes”.
El Ministerio del Interior de Tayikistán informó por su parte de que cuatro supuestos miembros del grupo habían caído en una redada ocurrida el lunes. Un quinto supuesto terrorista fue detenido y ayer, según la versión oficial, facilitó la detención de otros cuatro individuos. La policía asegura que todos pertenecen al partido Renacer Islámico, ilegalizado en el 2015 por haber preparado un supuesto golpe de Estado. Sus líderes, al parecer, están en Irán y, según la confesión de los terroristas, allí se entrenó la célula que atacó a los ciclistas. Su intención era huir posteriormente a Afganistán.
Irán negó que hubiera una base para entrenar terroristas del EI en su territorio. De hecho, la mayoría de los yihadistas son suníes y soldados iraníes han combatido al EI en Irak y Siria. La cúpula de Renacer Islámico negó cualquier vinculación con los terroristas y acusó al régimen del presidente Imomali Rajmon de aprovechar la tragedia para arrinconar aún más a las asociaciones islámicas.
Rajmon está en el poder desde 1992 y Tayikistán es una de las más pobres y remotas repúblicas exsoviéticas.
Este ha sido el primer ataque yihadista y ocurre, precisamente, cuando el Gobierno había decretado este 2018 como “año del turismo”. Varios tayikos han combatido a las órdenes del EI pero hasta ahora no había noticia de guerrilleros retornados de Irak y Siria, y aún menos con capacidad para cometer un atentado.