El juez blinda los vídeos de los atentados yihadistas del 17-A
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu levantó ayer parcialmente el secreto de sumario de la investigación sobre los atentados de Barcelona, Cambrils y Sant Just Desvern, a punto de cumplirse un año. Entre los documentos que ha puesto a disposición de las distintas partes personadas en la causa hay varios vídeos relacionados con los ataques.
Se trata de hasta cuatro tomas distintas del atropello de la Rambla, el 17 de agosto, tomadas por las cámaras de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona. También hay un documento gráfico de la policía científica de los Mossos d’Esquadra, durante los levantamientos de los cadáveres, en el escenario de los crímenes, y los vídeos que los terroristas se grabaron con una cámara comprada días antes en un viaje relámpago a París. En esas imágenes se observa con claridad como los terroristas graban los sistemas de seguridad de la torre Eiffel, mientras que en otras, registradas en la casa de Alcanar, tres de los yihadistas aparecen manipulando el explosivo fabricado, y montando los cilindros que debían usar los cinturones explosivos que llevarían durante los atentados, previstos para ese fin de semana.
Todo este material gráfico está en dos dispositivos de memoria, pero el magistrado prohíbe a los distintos letrados hacer grabaciones o sacarlo del juzgado. Evita de esta manera que se pueda realizar cualquier filtración que dañe a las víctimas y supervivientes de los atentados.
“Los dispositivos podrán ser visualizados por las partes personadas en la causa las veces que lo consideren necesario para establecer sus líneas de defensa o acusación”, añade el juez en uno de los autos. Andreu ha desglosado cuatro DVD en los que se ve con nitidez la Rambla antes y después del atropello, y la trayectoria macabra de la furgoneta conducida por uno de los terroristas del comando Ripoll.
No es la primera vez que un magistrado prohíbe que unas imágenes que puedan herir a las víctimas salgan de un juzgado. Ya ocurrió durante el procedimiento de La Manada, en que se prohibió el reparto de los vídeos, aunque se acabó filtrando el informe de la Policía Foral de Navarra con los fotogramas de la agresión sexual.
La investigación sobre los atentados continuará, pese al levantamiento de una parte del secreto. El juez mantiene el secreto sobre las entradas y registros en los domicilios vinculados con el comando de Ripoll, así como las intervenciones telefónicas, los testigos protegidos y las comisiones rogatorias cursadas a distintas autoridades extranjeras. La parte que se conocerá en los próximos días tiene que ver con las víctimas, y con los miembros del comando Ripoll que fueron abatidos en Cambrils o Subirats, o murieron en la explosión de Alcanar. También se podrán difundir los datos que aparezcan sobre el imán de Ripoll y el relato que ha podido rehacer
Andreu levanta parcialmente el secreto de sumario un año después de los ataques
la comisaria de Información de los Mossos d’Esquadra sobre el papel de cada uno de ellos en la preparación y ejecución de los atentados.
Para el próximo día 6 de agosto, el juez ha citado a declarar a dos testigos protegidos bajo la identidad de A3 y A1. Entre los autos conocidos ayer, hay uno en el que el magistrado rechaza la personación en la causa del Ayuntamiento de Ripoll. La Fiscalía de la Audiencia Nacional también se oponía. Tanto el juez como el ministerio público entienden que, pese a que casi todos los miembros del comando eran de esa población, “no se investiga un delito contra el honor de tal institución”.
Sí se acepta la personación de los municipios de Barcelona y Cambrils, en los que fueron asesinadas 15 de las 16 víctimas. Pau Pérez murió desangrado tras una puñalada en su coche en Sant Just Desvern, pero el municipio no valoró personarse.