Continúan la inquietud y el malestar del sector comercial
El malestar y la indignación que la huelga de taxis de Barcelona está provocando en los agentes económicos locales, y en especial en los vinculados con el comercio, la restauración, el turismo y la hostelería aumenta a medida que pasan los días y la solución al conflicto, que parecía inmediata, sigue demorándose. Ayer, el Consell de Gremis, responsable del ámbito comercial en la patronal Foment del Treball, advirtió de que la huelga de los taxistas está perjudicando directamente esta actividad y al turismo. La entidad emitió un comunicado en el que lamenta que este paro no haya previsto, hasta última hora, “una convocatoria adecuada” ni unos servicios mínimos, algo que, a su juicio, contraviene el ordenamiento ya que el taxi es un servicio público. El Consell de Gremis considera, asimismo, que lo vivido estos días en Barcelona afecta a la imagen de la ciudad, e insta a las administraciones a buscar soluciones que no penalicen a la sociedad y que permitan la movilidad.
También Comertia, la asociación catalana de la empresa familiar minorista, se siente perjudicada por la situación de la última semana y critica la “muy grave” permisividad de las administraciones ante una huelga que ha ocasionado problemas a residentes y turistas y daños irreversibles en la imagen de todas las ciudades afectadas.
Comertia admite el hecho de la huelga, pero cree que hay que acotar su duración y que las administraciones han de poder regular y gestionar el conflicto y “no permitir en ningún caso que una situación así se apodere de las ciudades y cause un efecto dominó que entorpezca la normalidad de otros sectores”.