Catalunya acogió en julio una media de quince menores migrantes al día
Catalunya recibió de enero a finales de julio el mismo número de adolescentes y jóvenes no acompañados que durante todo el 2017
Los centros de acogida de menores tutelados están desbordados tras la llegada en lo que va de año de 1.451 migrantes que no han cumplido los 18 años, casi la misma cifra que la registrada en los doce meses del 2017, un total de 1.489. Del 1 al 30 de julio se contabilizaron 440 jóvenes, una media de 15 al día, ante lo que, ayer, el conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir el Homrani, confirmó la creación de 458 nuevas plazas que se sumarán a las otras 418 anunciadas hace un mes.
Pero los nuevos servicios no entrarán en funcionamiento con la diligencia deseada pues, según indicó El Homrani, topan con la dificultad de encontrar a profesionales para atender a este colectivo. El conseller reclamó al Ejecutivo español más coordinación y transparencia en la gestión de los flujos migratorios en las costas del sur. Lamentó que no se comunique periódicamente a Catalunya cuántas personas desembarcan en Andalucía, una información necesaria para organizar en condiciones los dispositivos de acogida.
El Homrani asumió que Catalunya se enfrenta a “una situación de excepcionalidad”, subrayó que “hay territorios que tenemos más presión que otros” por lo que reclamó al gobierno de Pedro Sánchez una estrategia global y la transferencia de recursos. Las citadas 458 plazas requieren una inversión de 8,5 millones de euros por parte de la Generalitat, según El Homrani. La direcció general de Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) ya lanzó hace meses un SOS al tercer sector para que habilitara más instalaciones destinadas a los adolescentes y jóvenes migrantes. “Hemos hecho un llamamiento a través de la Federació d’Entitats d’Atenció i d’Educació a la Infància i l’Adolescència”, indicó Georgina Oliva, directora de la DGAIA.
El tercer sector está preocupado por la estrategia a medio plazo, no sólo por “parar el golpe” de las llegadas, por dar cobijo y asistencia durante las primeras semanas. El gran reto es lograr la complicidad de la sociedad, del sector empresarial, del educativo y del ocio para conseguir la integración de estas personas y que no acaben en la calle delinquiendo. Un puñado de organizaciones proclaman que con un plus de apoyo, con la ayuda de profesionales y también de voluntarios que los acompañan en el proceso de la emancipación, se culminan no pocas historias de éxito.
Georgina Oliva indica que la DGAIA es consciente de que el reto es destinar más recursos para incidir en la etapa de transición a la vida adulta, un periodo que va de los 18 a los 21 años. Entre agosto y diciembre 628 tutelados, de los cuales 315 son migrantes, cumplirán los 18 años. Oliva calcula que alrededor de un 30%, aquellos que han pactado con sus educadores un itinerario de trabajo, siguen bajo el paraguas protector de la DGAIA residiendo en pisos compartidos que gestiona alguna entidad.
“El problema no se soluciona únicamente abriendo instalaciones de emergencia sino diseñando un sistema de acogida global. Y un tema muy importante es
El conseller El Homrani anuncia la creación de 458 nuevas plazas para atender las llegadas
que el permiso de residencia de un año lleve implícito el de trabajo. ¿Qué autonomía se puede conseguir sin un trabajo?”, reflexiona Pilar Núñez, directora de Infancia y Familia de Intress, una de las organizaciones que a petición de la DGAIA, en noviembre del 2017 incorporó a sus servicios la acogida de menores migrantes no acompañados. En estos momentos ya atiende a más de 300 en pisos y en otras instalaciones repartidas por Catalunya. El conseller también planteó ayer la necesidad de agilizar los procesos de regularización de la situación administrativa de este colectivo.
El grueso de los jóvenes que desembarcan en las costas andaluzas o que llegan ocultos en los bajos de un camión tienen entre 15 y 17 años. Hasta el lunes 30 la DGAIA tenía registrados 1.833 menores migrantes, de los cuales 1.450 han viajado hasta Catalunya este año. Representan el 22% del total de tutelados. En el 2017 ya se multiplicaron por más de dos las llegadas y este 2018 si se mantiene la tendencia de la primera mitad de año se cerrará con más de 3.000. La mayoritaria son chicos y proceden de Marruecos, o de países del África subsahariana.