Enrique de Inglaterra sobre Camila: “Es maravillosa”
El príncipe habla por primera vez de la mujer de su padre
Camila Parker Bowles, duquesa de Cornualles, desde su matrimonio con Carlos de Inglaterra en el 2005, encarnaba, en opinión de muchos, el papel de madrastra malvada con los hijos que el príncipe de Gales tuvo con Lady Di, Guillermo y Enrique. Ahora, por primera vez, el príncipe Enrique ha hablado de la mujer que se casó con su padre cuando falleció su madre para hacer caer ese mito. “Camila es una madrastra honesta, muy cercana a mí y a Guillermo”, ha revelado el duque de Sussex a su biógrafa, la periodista y escritora Angela Levin, según han recogido medios británicos. A ella le ha explicado cómo es realmente Camila: “No es una madrastra malvada. Que nadie sienta pena por Guillermo y por mí, sentid pena por ella”. De esta forma, el príncipe pone fin a los rumores de años de mala relación entre la mujer del príncipe Carlos y los hijos de Diana. “Es una mujer maravillosa y ha hecho muy, pero que muy feliz a nuestro padre, que es lo más importante. Mi hermano y yo la queremos mucho” , ha relatado.
Camila y Carlos se conocieron en una fiesta en 1971 y se enamoraron cuando eran jóvenes, aunque sus vidas se separaron, y se casaron con otras personas. Ella, con un militar retirado, Andrew Parker Bowles, en 1973, con el que tuvo dos hijos, y él, con Diana Spencer, en 1981. A pesar de sus matrimonios, siguieron viéndose en secreto. Así, durante años, la relación de Carlos con Diana se vio amenazada hasta su final, al igual que la de Camila con su marido. El 9 de abril del 2005, Camila dejó de ser la eterna amante de Carlos de Inglaterra para convertirse en su segunda esposa, lo que supondría la culminación de una historia de amor que se había iniciado casi 40 años antes.
Camila fue anunciada públicamente como la madrastra de los hijos de Diana en el año 2004, lo que provocó que recibiera un aluvión de críticas. Con el paso del tiempo, la duquesa de Cornualles se ha ganado el afecto del pueblo británico hasta convertirse en un miembro muy querido dentro de la familia real británica, como ha hecho evidente el príncipe Enrique con estas declaraciones.
“No es una madrastra malvada; que nadie sienta pena por Guillermo y por mí, sentid pena por ella”