Denuncia de parcialidad
El expresident dice que la misma Sala fue la que admitió la querella y la que juzgó a Homs
La defensa de Carles Puigdemont presenta un escrito de recusación contra los magistrados del Supremo que enjuician el caso del 1-O.
La defensa del expresident Carles Puigdemont ha presentado un escrito de recusación contra los magistrados que componen la Sala de Enjuiciamiento del caso 1-O, por entender que cabe cuestionar su imparcialidad. El texto expone en 25 folios los diversos motivos por los que Puigdemont considera que dichos magistrados ya tienen formado criterio sobre los hechos que van a juzgar, lo que permite pensar que no adoptarán una posición de neutralidad, en un proceso que tiene una clara naturaleza política.
La recusación presentada por Puigdemont es compartida también por los exconsellers Clara Ponsatí y Lluís Puig, que se suman de este modo a las iniciativas presentadas en el mismo sentido por los diputados Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sànchez, seguidos también en un momento ulterior por Oriol Junqueras y Raül Romeva. Todos los textos tienen puntos en común, pero el de Puigdemont –planteado por su letrado, Jaume Alonso-Cuevillas– pone especialmente el acento en la dimensión política del caso. “Debemos cuestionar de forma expresa –sostiene el texto– la imparcialidad del Tribunal Supremo para conocer de una causa como la que nos ocupa, que tiene su origen en un conflicto de naturaleza política”. Y añade el texto que “la falta de imparcialidad de los tribunales españoles ha sido denunciada por diversos organismos europeos”.
El escrito de recusación subraya que los magistrados Manuel Marchena, Andrés Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo y Luciano Varela ya formaron parte de la Sala de Admisión, la que dio curso a la querella inicial del caso 1-O, presentada por el presunto delito de rebelión. En esa admisión ya se efectuaron valoraciones que, a juicio de Puigdemont, suponen una visión concreta sobre el fondo del asunto.
El texto hace extensiva la recusación a un quinto magistrado, Antonio del Moral, que se ha sumado al tribunal recientemente. En este sentido se cita que los últimos autos, como la resolución de la Sala de Enjuiciamiento del pasado 26 de julio, seguía la misma línea de los anteriores y hacía suyo “todo el amplio e implacable argumentario utilizado por el magistrado instructor”.
El escrito subraya que los cuatro primeros ya formaron parte del tribunal que juzgó al exportavoz del PDECat en el Congreso, Francesc Homs, y que también intervinieron en la decisión de la Sala Penal de rechazar la querella presentada por el propio Puigdemont contra el fiscal general del Estado que presentó la querella del 1-O, José Manuel Maza, fallecido en noviembre del año pasado. Con todo ello –afirma la recusación– ya formaron criterio sobre los hechos que van a juzgar, lo que de nuevo comprometería su imparcialidad.
Los textos de recusación serán estudiados por un instructor que va a ser nombrado a lo largo del mes de agosto. A los ya recibidos se unirá el de la Fiscalía, que estima que las recusaciones deben desestimarse. Los propios magistrados recusados también presentarán sus respectivos informes en sucesivos plazos. Finalmente, la Sala del 61, así llamada por el artículo que la prevé, tomará una decisión, muy probablemente dentro de varias semanas.
La Fiscalía estima que la iniciativa, sobre la que decidirá una instancia especial del Supremo, debe ser rechazada