El lector expone

Barcelona, mi gran ciudad

Hoy ha venido a verme una amiga de Austria con muchas ganas de conocer Barcelona. ¡Le he hablado tan bien de la ciudad donde vivo y he nacido! Siempre orgullosa de nuestra ciudad. Hoy era mal día, por lo visto ha llegado al aeropuerto y, ya alertada de que quizás no hay taxis por la huelga, se dispone a coger otro medio de transporte.

Maletas en mano, se da cuenta de que tampoco hay autobús que llegue a la ciudad. ¡Pues en metro! Pero resulta que ha hecho una cola infernal para comprar un simple billete, y ya alertada de que puede haber carteristas y que tenga cuidado (la semana pasada robaron a tres compañeros de clase), llega a plaza Catalunya, donde la estoy esperando. Hemos sorteado a más de 30 manteros ocupando toda la acera con sus mantas grandes y nos queda un simple pasillito para caminar. Cochecitos, montones de turistas, gente empujándose, maletas... No hay derecho. A lo lejos diviso una furgoneta de la Guardia Urbana, y al otro lado una de los Mossos d’Esquadra. Mi sorpresa es que están mirando con los brazos cruzados, viendo las palomas pasar, mientras todos nos derretimos intentando llegar a la otra acera.

No sé si vale la pena recalcar que nuestra ciudad está sucia desde hace tiempo, y que las basuras con este calor sacan su lado oscuro. Si hay que reforzar servicios, se refuerzan. No sé si a Ada Colau le importa la imagen de la ciudad y la convivencia, pero cuide de sus ciudadanos, no olvide que nosotros cumplimos con nuestra obligación de pagar sus sueldos, y ustedes tienen la obligación de cumplir con su deber.

MARÍA JOSÉ BERTRÁN

Barcelona