¿En qué consisten?
Las diferentes terapias de conversión de la orientación sexual e identidad de género son todas aquellas intervenciones médicas, psiquiátricas, psicológicas, religiosas o de cualquier otra índole que persiguen la modificación de la orientación sexual o la identidad de género de una persona. Algunos ejemplos son:
INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA.
Desde la castración del órgano reproductivo hasta la lobotomía. En concreto, en la zona del cerebro que corresponde al hipotálamo, una parte del cual se relaciona con la orientación del deseo sexual. Son las prácticas más agresivas que se aplicaban a mediados del siglo XX y que hoy son residuales.
ELECTROCHOQUES.
La aplicación de corrientes eléctricas para provocar convulsiones cerebrales se utiliza desde mediados del siglo pasado. Durante los primeros años, se creía que esta terapia servía para curar todo tipo de enfermedades psiquiátricas. También la homosexualidad. Ahora, los electrochoques se utilizan de forma más restringida pero aun así, el año pasado salió a la luz que hospitales públicos de China utilizaban electrochoques para curar la orientación sexual.
HORMONAS.
En los campos de concentración de Dachau y Buchenwald, el médico nazi Karl Vaernet ya experimentó con tratamientos de inyección de hormonas masculinas con el fin de erradicar la homosexualidad. Todavía se recetan hoy.
PSICOTRÓPICOS.
Es uno de los tratamientos más utilizados actualmente. Consiste en tomar antidepresivos para eliminar la libido.
TERAPIAS DE AVERSIÓN.
Se utilizan con frecuencia actualmente. Someten a la víctima a dolor o náuseas cuando está expuesta a material homoerótico. Una técnica a la cual se tuvo que someter Àngel Llorent es tener que llevar una goma a la muñeca y estirarla cada vez que sentía deseos sexuales hacia los hombres.
ORACIONES.
Las plegarias diarias suelen acompañar a tratamientos físicamente más agresivos.
OTRAS ACTIVIDADES.
Desde comer carne y practicar deporte hasta obligarse a tener pareja del otro sexo.