Gomes pierde otro tren
El Barça difícilmente venderá al portugués y le busca una cesión
En dos temporadas y 88 partidos jugados, casi la mejor actuación que se le recuerda a André Gomes con el Barcelona fue la final de la Copa del Rey del 2017, contra el Alavés. Aquel día no jugó en su sitio. El portugués no fue titular pero entró en el minuto 11 por la lesión de Mascherano para ocupar... el lateral derecho. Curiosamente, porque se le suponía en peligro, destacó al cumplir por encima de las expectativas.
Centrocampista de planta imponente (1,88 metros), de gran zancada, buen disparo y con aires de Zidane –su ídolo–, su potencial era tan grande con 22 años, que, recién ganada la Eurocopa de Francia, Jorge Mendes, el megarrepresentante, logró insertar una cláusula en el contrato según la cual el Barça pagaría 15 millones más al Valencia en caso de que André Gomes ganase o fuese finalista del Balón de Oro.
Dos años después ese enunciado parece una quimera, tirando a broma. A André Gomes (25) se le ha escapado un tren, el del Barça, que sólo pasa una vez en la vida. En el verano del 2016 al Barcelona se le puso a tiro en el mercado y el club blaugrana no desaprovechó la oportunidad. Ahora Gomes cuenta poco para Valverde, con el que sólo jugó 12 partidos como titular el año pasado.
De hecho, la intención del Barcelona era que el portugués utilizase la gira por Estados Unidos, contra el Tottenham, el Roma y el Milan –tres equipos compradores–, para ponerse en el escaparate. Nada más lejos de la realidad. Porque Gomes se lesionó en el primer amistoso en Los Ángeles contra el equipo inglés. Su presencia en la gira duró 26 minutos. Se lesionó en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Y lo peor es que queda en entredicho un posible traspaso para relanzar su carrera ya que se perdió hasta el Mundial, olvidado por Fernando Santos en su lista de convocados.
En una primera exploración, aún en suelo estadounidense, se temió que la rotura fuese para dos meses de baja. Una vez en Barcelona las pruebas dieron un respiro. Estará en el dique seco entre cuatro y cinco semanas, lo que significa que el portugués regresará a los terrenos de juego en la primera semana de septiembre, coincidiendo con el primer parón de selecciones. Así que no perdería un número muy alto de partidos en caso de que encontrase nueva casa.
Lesionado es casi imposible que el Barça amortice su fichaje (pagó 35 millones), así que la opción que ahora mismo contempla el club barcelonista es una cesión con la intención de que el futbolista recupere la confianza y se reencuentre.
No es asunto menor ya que durante la pasada temporada, Gomes lanzó un grito de auxilio:
–No me siento bien en el campo, no estoy disfrutando. La sensación que tengo en los partidos es mala. Pensar demasiado me hace daño. Porque pienso en las cosas malas y, después, en lo que tengo que hacer, y voy siempre a remolque –confesó el centrocampista en una entrevista en la revista Panenka. Es una explicación a tantas oportunidades desperdiciadas, sobre todo con Luis Enrique en el banquillo.
Entre los interesados por hacerse con sus servicios hay dos viejos conocidos. Son el Arsenal de Unai Emery –que se enfrentó a él con el Sevilla en la final de la Europa League del 2014– y el Valencia de Marcelino, donde jugó dos años. Evidentemente, los ché no tienen el potencial económico de los ingleses, pero ellos en cambio sí que pueden ofrecerle jugar Champions –los gunners por primera vez en muchos años no se clasificaron para competiciones europeas–. Otro aspecto que consideran en Mestalla que les favorece es que el mercado en la Premier baja la persiana el 9 de agosto. Es decir, que si la puerta del Arsenal se cierra, el club valencianista tendría todas las de ganar.
Si por contra André Gomes opta por la Premier, allí coincidiría con su excompañero Lucas Digne, que ayer fue presentado como nuevo jugador del Everton.
Como Gomes, Digne es de la generación de 1993 y llegó al Barcelona el mismo verano. Sin embargo, el francés ha jugado casi la mitad en el Barça que el portugués. En dos cursos, el lateral disputó 46 partidos. Su suplencia, eclipsado por Jordi Alba, también le hizo perder su sitio en la selección francesa. Sin embargo, a la hora de marcharse, la venta de Digne ha sido modélica. El Barça pagó 16,5 millones y ha acabado vendiéndole a los toffees por 20,2 más 1,5 en variables. Un negocio redondo que no se podrá hacer con Gomes.
SE PERDERÁ POCOS PARTIDOS El medio, de 25 años, regresará la primera semana de septiembre, coincidiendo con el parón
BUEN NEGOCIO
Digne ha jugado la mitad que Gomes en el Camp Nou, pero el club saca 20 millones por el lateral francés