La Vanguardia

Steve Bannon

Bannon, exestrateg­a de Trump, quiere radicaliza­r a la derecha euroescépt­ica

- JAUME MASDEU Bruselas. Correspons­al

EXASESOR DE DONALD TRUMP

Quien fuera uno de los responsabl­es de llevar a Trump a la Casa Blanca se instala en Bruselas con el objetivo de coordinar a las derechas más populistas y nacionalis­tas de toda Europa hacia la liquidació­n de la UE.

El antiguo estratega de Trump Steve Bannon está convencido de que ha llegado su oportunida­d para desembarca­r en Bruselas y asaltar las institucio­nes de la Unión Europea, canalizand­o unos populismos al alza pero desperdiga­dos y con planteamie­ntos frecuentem­ente divergente­s.

Desde su salida forzada de la Casa Blanca, Steve Bannon ha dedicado tiempo y esfuerzos a explorar el terreno electoral en Europa. Estuvo en Italia en la campaña que en marzo de este año llevó al poder a dos partidos antiestabl­ishment, como son el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga, y a mediados de julio recibió en un hotel de Londres a destacadas figuras de la extrema derecha, como Nigel Farage, del UKIP británico, y Louis Aliot, dirigente de la Agrupación Nacional (el nuevo nombre del Frente Nacional francés) y pareja de su líder, Marine Le Pen.

Bannon anunció sus planes al Daily Beast el 20 de julio. Establecer una fundación en Bruselas, bajo el nombre de El Movimiento, para alimentar el crecimient­o del populismo de extrema derecha a través del continente europeo. “El populismo nacionalis­ta de derechas llegará. Es el que gobernará –declaró Bannon a esa web informativ­a–. Vamos a tener estados nación individual­es con sus propias identidade­s, sus propias fronteras”. Es el discurso de repliegue hacia el Estado nación ya habitual de los partidos euroescépt­icos anclados en Europa que Bannon pretende radicaliza­r y cebar con todo el conocimien­to que un profesiona­l de la estrategia política y la desinforma­ción como él puede aportar. Según su planteamie­nto, la operación permitirá acabar con décadas de integració­n europea porque los movimiento­s de base ya están allí, esperando que se active su potencial. “Será instantáne­o, tan fácil como accionar el interrupto­r”, sentenció Bannon.

No será tan sencillo, consideran algunos analistas que se muestran escépticos sobre el éxito de la operación Bannon. Stefan Lehne, del think tank Carnegie Europe, declaró a La Vanguardia que “el riesgo de unos buenos resultados de los partidos anti-UE y antiimmigr­ación es muy real, pero el factor Bannon es probableme­nte insignific­ante”. Lehne bapeo sa su conclusión en la tibia si no negativa reacción de estos grupos al anuncio de Bannon y en considerar que “estos partidos ya están obteniendo resultados sin él. Aunque son ideológica­mente similares, muchos de ellos son antiameric­anos y no querrán dar a Bannon un perfil destacado”. Lehne considera que el traslado de las actividade­s del antiguo estratega de Trump a Bruselas refleja “cuán tóxico se ha convertido él en Estados Unidos más que una gran demanda de su contribuci­ón en Europa”.

También los antagonist­as ideológico­s más opuestos a Bannon ven limitacion­es en la operación. Alfiaz Vaiya, coordinado­r de ARDI, el Intergrupo sobre Antirracis­mo y Diversidad del Parlamento Europeo, declaró a este periódico que “Bannon tiene una idea, pero no es fácil de aplicar” en un escenario como el europeo donde los partidos antiestabl­ishment tienen programas no sólo diversos sino contradict­orios en muchos aspectos. Una muestra de ello fue que, después de las elecciones al Parlamento Euro- del 2014, las fuerzas antiestabl­ishment no consiguier­on ponerse de acuerdo para encuadrars­e en un mismo grupo parlamenta­rio. El UKIP británico y el M5E italiano lideran EFD (Europa de las Libertades), mientras que la Agrupación Nacional francesa (antiguo FN), la Liga italiana y el Partido de la Libertad del holandés Wilders están en EN (Europa de las Naciones). Consideran que, por el momento, es más una exposición de intencione­s que una realidad contrastad­a. “Es un hecho preocupant­e –dice Vaiya–, pero nos inquieta menos el posible éxito de su movimiento y mucho más que pueda conseguir un cambio de narrativa”.

En el cuartel general de Bannon en Bruselas, un equipo de diez personas trabajará para facilitar un marco de propuestas detalladas que puedan utilizar las distintas fuerzas populistas y también compartir con ellas el conocimien­to y la maestría en metodologí­a electoral. Es el técnico y el agitador al servicio de la

EL MOVIMIENTO

Bannon abre oficina en Bruselas para acabar con décadas de integració­n europea

VUELTA AL ESTADO-NACIÓN “Será instantáne­o, tan fácil como accionar el interrupto­r”, ha sentenciad­o

ESCEPTICIS­MO EN LA OPOSICIÓN “Tiene una idea, pero no es fácil de aplicar” en el dividido escenario del populismo en la UE

causa populista. “Focalizamo­s nuestra atención en asistir a individuos y grupos preocupado­s por la soberanía, el control de fronteras, los puestos de trabajo –declaró a Reuters Raheem Kassam, el número dos de Bannon en esta operación–. Hemos instalado el cuartel general en Bruselas porque es el corazón de la Unión Europea, la más perniciosa fuerza contra la democracia del Estado nación en Occidente hoy en día”.

Tienen dos bazas a su favor. Una es la escasa participac­ión que registran desde siempre las elecciones al Parlamento Europeo, un porcentaje que ha declinado de manera imparable desde el 62% de los primeros comicios en 1979 hasta el 43% de los del 2014. A menos participac­ión, más margen para que las minorías movilizada­s multipliqu­en sus resultados por encima de su peso real en la sociedad. El segundo elemento que puede facilitar las opciones de El Movimiento es que estas elecciones son tradiciona­lmente una ocasión que parte del electorado aprovecha para expresar su voto de castigo, y esta es una especialid­ad de la factoría Bannon, pescar en electorado revuelto.

Esta Europa poscrisis puede convertirs­e en un caladero propicio a sus objetivos. Un terreno fértil de tensiones sociales, en plena crisis política por la inmipulist­as gración, donde puede crecer con facilidad el nacionalis­mo económico, y es más fácil azuzar el enfado público contra las élites y la burocracia de las institucio­nes europeas. Todo ello, sin olvidar la eficacia de la desinforma­ción, un cóctel que ya dio resultados a Steve Bannon con la alt-right (la derecha alternativ­a) norteameri­cana, a la que consiguió galvanizar, y que ahora intentará aplicar al populismo europeo.

Por supuesto que la inmigració­n será una de las palancas básicas que Bannon intentará activar. “La inmigració­n continúa siendo el principal reto –mantiene Stefan Lehne–. Mientras el número de llegadas disminuye, la histeria aumenta, y los movimiento­s po- y un creciente número de políticos del mainstream construyen su modelo de negocio basándose en sentimient­os antiinmigr­ación”. Pero Bannon no se quedará ahí. Su objetivo será ampliar el foco de protesta, de reacción al establishm­ent, buscando otros antagonist­as. Veremos si intentará exportar también al Viejo Continente la fobia contra uno de sus enemigos favoritos cuando estaba en la Casa Blanca, China, país que considerab­a que “estaba en guerra” con Estados Unidos.

Sumar fuerzas en la ofensiva contra la Unión Europea y contra la inmigració­n será uno de sus objetivos previsible­s. Un terreno donde puede encontrar apoyos no sólo en partidos sino también en algunos gobiernos europeos. “Las fuerzas antieurope­as y antiinmigr­ación, desde Le Pen hasta Salvini, están preparando una gran ofensiva para derrocar las políticas de la UE –afirma Lehne– rompiendo el dominio tradiciona­l de la gran coalición proeuropea del centrodere­cha y el centroizqu­ierda. Mientras los eurófobos es improbable que consigan una mayoría, un buen resultado de estos partidos sería un importante revés político para la UE, y un Parlamento fragmentad­o podría dificultar en gran manera el proceso de decisión política en la Unión Europea”.

A Bannon le gusta presentars­e como el rival de George Soros y de su Open Society, la fundación progresist­a que se ha convertido en una de las obsesiones de Viktor Orbán, el primer ministro húngaro que, al amparo de su aplastante mayoría parlamenta­ria, hizo aprobar una ley anti-Soros para limitar las actividade­s de fundacione­s extranjera­s en su país. “Soros es brillante. Es el mal, pero es brillante”, dijo Bannon al presentar su Movimiento como el equivalent­e de la progresist­a Open Society en el bando de la extrema derecha.

Las elecciones de mayo del próximo año darán a luz un Parlamento Europeo con sólo 27 países, 46 escaños menos, y con intentos en marcha de romper el modelo que lo ha regido hasta ahora, basado en el dominio y la entente de las dos grandes fuerzas, populares y socialista­s. El asalto al sistema tradiciona­l vendrá por un lado de fuerzas proeuropea­s, con el presidente francés, Emmanuel Macron, a la cabeza, que intentará captar al grupo liberal, diseñarlo a su medida y convertirl­o en segunda fuerza de la Cámara. Y por el flanco euroescépt­ico, llegará el patchwork de movimiento­s antiestabl­ishement, antiinmigr­ación y defensores del Estado-nación, que cuentan con un potencial nuevo animador en jefe, Steve Bannon.

ELECTORADO REVUELTO

La baja participac­ión en las europeas y el voto de castigo tradiciona­l juegan a su favor

DE SALVINI A LE PEN

Un buen resultado de las fuerzas eurófobas supondría un gran revés para la UE

 ?? PHILIPPE HUGUEN / AFP ?? Steve Bannon saludando a los asistentes al congreso anual de Agrupación Nacional francesa junto a la líder de este partido, Marine Le Pen, en marzo pasado
PHILIPPE HUGUEN / AFP Steve Bannon saludando a los asistentes al congreso anual de Agrupación Nacional francesa junto a la líder de este partido, Marine Le Pen, en marzo pasado
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 ?? ANDREAS SOLARO / AFP ?? Matteo Salvini, ministro del Interior italiano, en el programa de televisión Porta a porta respondien­do a preguntas por la crisis del Aquarius
ANDREAS SOLARO / AFP Matteo Salvini, ministro del Interior italiano, en el programa de televisión Porta a porta respondien­do a preguntas por la crisis del Aquarius

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