A Tom Cruise siempre le quedará París
Francia es ahora escenario de filmes por ley: así fue como el ejército o el Grand Palais facilitaron el rodaje de ‘Fallout’
Hecha la ley, hecha la película: Francia recibió 25 millones de euros –el 15% del presupuesto del nuevo Misión: imposible, estrenado el miércoles allí– gracias a una nueva ley destinada a imponer el país como escenario de “filmes de ficción que comporten escenas relacionadas con la cultura, el patrimonio y el territorio”.
Y para que el agente Ethan Hunt/Tom Cruise demuestre que a sus 57 años está en forma, el más sofisticado helicóptero militar francés, el Caracal, lo suelta sobre el Grand Palais, cuyos responsables hicieron virguerías para compatibilizar visitas a la exposición Gauguin, que atraía multitudes el 2017, y grúas y cámaras de la Paramount.
El helicóptero y la productora se dieron cita gracias a otra novedad promocional, de película: en febrero del 2017 el ejército creó su Mission cinéma des Armées, para “facilitar la realización de ficciones relacionadas con el mundo militar”.
Lo que se dice matar dos pájaros de un tiro: hacer fotogénico al bélico ejército francés, presente en seis frentes internacionales y de patrulla en calles, estaciones y aeropuertos del país e ingresar dólares para paliar los recortes presupuestarios.
Primer cliente, la Paramount, que para esta sexta edición de las aventuras del agente Hunt necesitaba “un gran helicóptero militar”. Tras un intercambio de correos electrónicos (secreto por exigencias del guion; código: Gemini) fue adjudicado el Caracal, fabricado por Airbus. Condición cine qua non, impuesta por aeronáutica, según el coronel Olivier Celo, entonces su responsable de relaciones públicas: el aparato no podía ser modificado en posproducción, mostrado en su integridad y con identificación francesa.
También tiene nombre clave, C21, la mencionada ley de “crédito de impuesto internacional para obras de ficción rodadas en Francia”. Ese crédito aligera un tercio de la inversión en salarios de personal local –y así, el filme dio trabajo a cinco mil técnicos franceses–, alojamiento, desplazamientos y restauración.
Resultado: París es el paisaje de numerosas escenas de acción, que obligaron a cerrar los alrededores del Arco de Triunfo y a revolucionar el tráfico, de por si caótico, de la zona. La Rue Rivoli también asistió al caracoleo de coches y motos. Montado en una se la pega Cruise, cuyas innumerables cascades, como llama el francés a las escenas de acción, y en las que él –como Belmondo en su época– prescinde de
“Tras los atentados del 2015, la competencia propagó el rumor de que era peligroso filmar en París”
especialistas, merecieron precisamente veredicto con nota de los profesionales galos.
Teoría del complot o realidad, Michel Gómez, responsable en el ayuntamiento de los rodajes en la capital dice que tras los atentados del 2015 “la competencia propagó el rumor de que era peligroso filmar en París. Los equipos prefirieron Irlanda, Hungría, Reino Unido y Chequia”.
Pero Cruise y Christopher Mc Quarrie, director de Fallout y, así, el primero que encadena dos Misión, dicen haber escogido París “precisamente por los atentados del 2015, que inscriben escenario y guión en una realidad actual”. Y también (Cruise) “como un homenaje al sufrimiento de los parisinos”.