Otro estilo de fichar
El Barça compra sin precios escandalosos un póquer que no fue al Mundial
Uno de los axiomas incluidos en el manual de los directores deportivos indica que hay que planificar con tiempo, sobre todo en año de Mundial, para que los fichajes requeridos no se encarezcan si brillan en el torneo de selecciones. El Barça, este verano, se está saltando esa hoja de ruta, y no porque algunos de sus refuerzos (otros no) no estuvieran pensados en los despachos de la Ciutat Esportiva, sino porque ninguna de las cuatro incorporaciones realizadas hasta la fecha disputó el campeonato que terminó el 15 de julio en Rusia. Un dato muy poco habitual, a la espera de que el largo mercado que en España sigue cerrándose el 31 de agosto depare algún nombre grandilocuente, como el de Pogba, que en este caso no sólo es que estuviera presente en el Mundial, sino que fue protagonista y lo ganó con Francia.
Lo mismo se puede decir en cuanto a los precios. El Barcelona ha comprado a Arthur, Lenglet, Malcom y Arturo Vidal por 126,9 millones fijos. Es decir, que por 27 millones más que lo que costaba el deseado Griezmann, Valverde tiene a sus órdenes a un póquer. De distinto calado, eso sí. Tras fichar a la desesperada y bajo presión el verano pasado a Dembélé (105 fijos más 42 millones en variables) y tirar también la casa por la ventana en invierno por Coutinho (120 más 40, aunque no trascendieron las cifras oficiales), el Barça ha aplicado ahora, en unos casos por deseo y en otros por necesidad, otro estilo a la hora de fichar, con futbolistas jóvenes en tres de sus cuatro compras y con precios que no son escandalosos para lo que se estila en el mercado actual.
Tampoco está la tesorería de ningún club como para afrontar fichajes continuos por encima de 100 millones, aunque si el Barça quisiera a Pogba tendría que volver a rascarse mucho el bolsillo. Aún le queda trabajo al trío formado por el mánager, Pep Segura; el secretario técnico, Éric Abidal, y su adjunto, Ramon Planes.
De momento, el último al que han cazado es a Arturo Vidal, al que se considera una oportunidad de mercado, siempre y cuan do supere la revisión médica. Ernesto Valverde, que fue muy frío la primera vez que habló de Malcom, se deshizo en elogios hacia la figura del chileno. “Esperamos que Vidal nos aporte energía en el centro del campo, con experiencia y calidad contrastada. Ha jugado muchos partidos en sus equipos. No pasa inadvertido. Es un perfil diferente, como Paulinho, y creemos que nos puede aportar mucho”, radiografió el técnico blaugrana, que defendió la necesidad de que en su plantilla haya futbolistas que no cumplan al dedillo con el clásico patrón de juego del Barcelona. “El año pasado hubo mucha polémica cuando llegó Paulinho antes de que jugara ni siquiera un minuto y luego nos ha venido muy bien. Hay jugadores que marcan el estilo, como Arthur, y otros que, cuando llegan, se acoplan y lo enriquecen. Parece que si te desvías del ADN un milímetro te pasas de la línea, y sin embargo te enriquece”, se extendió el entrenador barcelonista. En su día, Josep Guardiola destacó la gran mentalidad competitiva de Vidal, al que dirigió en el Bayern.
Valverde no da la plantilla por cerrada, ni en cuanto a salidas, lógicamente, ni en lo que respecta a entradas. El entrenador siempre defiende una plantilla corta, de unos 22 hombres. De momento, y hasta que suelte lastre, tiene a 10 centrocampistas en nómina, sin contar en esta relación a Sergi Roberto. A saber: Busquets, Rakitic, Coutinho, Arthur, Arturo Vidal, André Gomés, Denis Suárez, Rafinha, Aleñá y Samper. Un curso más parece que puede haber overbooking en esa línea, aunque dicen que la competencia siempre es buena.
EL CAMBIO DE RUMBO Falta un gran nombre (Pogba), pero el club ha hecho 4 fichajes por poco más de lo que costaba Griezmann