La UE intenta bloquear el impacto de las sanciones estadounidenses
La Unión Europea anunció ayer la entrada en vigor del llamado estatuto de bloqueo, que busca limitar el impacto de las sanciones estadounidenses a Irán. El objetivo es conservar los canales financieros de la UE con la república islámica y en asegurar la exportación del gas y petróleo iraní.
Funcionarios europeos tildaron las nuevas sanciones de “ilegales” pues afirman que van más allá de la jurisdicción de Estados Unidos.
Las sanciones representan un desafío a la capacidad de la UE para mantener el acuerdo nuclear con Irán, que amenazó con ignorar las restricciones impuestas a su programa nuclear si no saca beneficios económicos de ello.
En un comunicado conjunto, la alta representante de la UE , Federica Mogherini, y los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, de Alemania, Heiko Maas, y del Reino Unido, Jeremy Hunt, afirmaron “lamentar profundamente la reimposición de las sanciones”.
China y Rusia, que también fueron partícipes del acuerdo del 2015, anunciaron que preservarán las relaciones comerciales con Irán.
Con la aprobación del estatuto de bloqueo, Bruselas espera reducir el impacto de las sanciones e incluso disuadir a EE.UU. de aplicar algunas de estas. Sin embargo, la UE reconoce que esto quizá no sea suficiente para que las compañías europeas sigan queriendo mantener sus relaciones comerciales con Irán.
Con la implementación del nuevo decreto, la UE abre la puerta a que las empresas europeas que se vean obligadas a abandonar Irán por los perjuicios económicos provocados por las sanciones estadounidenses puedan recibir compensaciones económicas. Para ello, las compañías deberán pedir una autorización a la UE para dejar de operar en Irán. Serán entonces funcionarios de Bruselas quienes decidan si el cese de las actividades en la república islámica es debido a las sanciones o a criterios meramente empresariales, en cuyo caso no recibirán ninguna compensación.
Desde que en el mes de mayo Donald Trump anunciara su salida del acuerdo nuclear, numerosas empresas europeas –especialmente de los sectores del automóvil y la energía–, temerosas de no poder trabajar más con EE.UU., decidieron salir de Irán.
Las empresas que se vean obligadas a abandonar Irán debido a las sanciones serán compensadas