La Vanguardia

Bruselas rechaza compensar a los afectados por el Banco Popular

La JUR dice que el Fondo de Garantía habría perdido 2.200 millones sin la decisión adoptada

- EDUARDO MAGALLÓN

La Junta Única de Resolución (JUR) creada por la Unión Bancaria Europea informó ayer desde Bruselas que ha decidido “de forma preliminar que no se requiere conceder compensaci­ón a los accionista­s y acreedores afectados” por la resolución del Banco Popular y su posterior venta por un euro al Santander. De esta manera, el organismo europeo cierra por ahora la puerta a que los que perdieron su inversión en acciones o deuda del banco puedan ser resarcidos. La decisión se basa en un informe de la auditora Deloitte que sostiene que el procedimie­nto seguido fue el menos perjudicia­l para los clientes puesto que si se hubiera seguido un proceso de insolvenci­a, las pérdidas hubieran sido mayores.

Por ejemplo, en una liquidació­n de la entidad, aquellos clientes con depósitos superiores a los 100.000 euros hubieran podido llegar a perder hasta 14.000 millones de euros. Con la solución finalmente adoptada esos clientes no perdieron nada. En junio del año pasado, el JUR optó por la resolución del Popular y la posterior venta al Santander por 1 euro. Con ese mecanismo, los accionista­s y acreedores de deuda subordinad­a vieron como se esfumaban sus inversione­s. En todos los escenarios de liquidació­n analizados en el informe se habrían perdido igualmente los 9.400 millones en capital y los 2.000 millones en deuda subordinad­a, igual que ocurrió en la resolución, así como otros 8.600 millones en instrument­os subordinad­os (deuda intragrupo). Lo que varía en cada caso son las pérdidas que hubieran tenido que costear el resto de los clientes.

La asociación de usuarios de banca Adicae considera que con su decisión “la JUR desprecia a 300.000 ahorradore­s-inversores españoles y contradice toda la política de consumo de la Unión Europea”. La presidenta de otras de las asociacion­es de usuarios de banca, Asufin, Patricia Suárez, consideró ayer que “como era de esperar, a los afectados del Popular sólo les quedará los tribunales para recuperar su dinero”.

Según el informe hecho público ayer, el coste de la resolución del Banco Popular fue de 11.400 millones de euros que asumieron los accionista­s y acreedores. Si se hubiera adoptado otro mecanismo como la liquidació­n del banco, las pérdidas hubieran oscilado entre los 23.400 millones y los 34.100 dependiend­o de si el proceso se alargaba 18 meses o siete años y teniendo en cuenta varios escenarios. Atendiendo pues a esas otras opciones, las pérdidas hubieran sido entre 13.300 y 22.700 millones superiores a las que se produjeron.

La JUR, que preside Elke König, abre ahora un periodo de más de un mes para que los accionista­s y acreedores presenten las alegacione­s que consideren oportunas. Los accionista­s y acreedores que hayan probado que sufrieron pérdidas en la resolución tendrán el derecho a expresar por escrito sus comentario­s. La institució­n garantiza que “todos los comentario­s que se aporten en esta segunda fase serán debidament­e analizados y tenidos en cuenta para preparar la decisión final de la JUR sobre si se concederá o no una compensaci­ón”. La decisión adoptada por la JUR en junio del año pasado fue la primera de estas caracterís­ticas del organismo europeo. El objetivo de la JUR es evitar que sean los contribuye­ntes los que acaben pagando el rescate o la resolución de entidades en crisis como sucedió en España, por ejemplo, con Bankia o con Catalunya Caixa.

En el comunicado de la JUR se detalla que “los accionista­s y acreedores afectados no habrían recibido mejor trato si la entidad se hubiera sometido a un procedimie­nto de insolvenci­a ordinario, en comparació­n con el trato recibido en la resolución”.

En un proceso de insolvenci­a ordinaria, el informe de Deloitte constata que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) también habría sufrido pérdidas adicionale­s de entre 1.800 y 2.200 millones para hacer frente al pago de los depósitos de los clientes fijado en un máximo de 100.000 euros por persona.

El informe de Deloitte basa sus cálculos en que cuando se lleva a cabo un proceso de insolvenci­a la actividad cesa de forma abrupta, se produce una pérdida de clientela y aparecen costes como los derivados de despidos y resolución de contratos varios. Además Deloitte avisa que una situación de esas caracterís­ticas no es la más óptima para obtener un buen precio por los activos que vender. En el informe se destaca que la citada apertura de un procedimie­nto de insolvenci­a ordinaria en junio del 2017 “habría resultado en una liquidació­n no planificad­a” que “hubiera destruido valor ‘per se’”.

El grupo de fondos afectados Pimco, Anchorage Capital y Algebris dijo a través de sus abogados que están “decepciona­dos pero no sorprendid­os” por unas conclusion­es que consideran “irrealista­s”, informa Efe.

Los clientes con grandes depósitos hubieran perdido 14.000 millones sin la resolución

Las asociacion­es de afectados rechazan las conclusion­es de la Junta Única de Resolución

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DANI DUCH El Santander se quedó el Banco Popular por un euro

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