Júlia Takács estrena con un bronce europeo los 50 km marcha
Júlia Takács recoge el primer podio de los españoles, tercera en 50 km marcha
Nos contaban en estos días: los tiempos han cambiado, el atletismo español es todo velocidad.
Y entonces, ayer, apareció Júlia Takács (29), planteándonos una relectura. Lo hizo al arrancar un bronce en los 50 km marcha. La primera medalla de los españoles en estos Europeos, los que se disputarán esta semana en Berlín. Símbolos.
En diciembre del 2016 hacía un frío que pelaba en Berlín, pero eso apenas le importaba a sus vecinos. ¿Cuándo no ha hecho frío en el invierno en la ciudad? El mercado navideño de Breitscheidplatz estaba hasta los topes. Anis Amri dio gas y el monstruo voló hacia la multitud. El camión se llevó once vidas. Hubo otros 56 heridos.
Luego se supo que Amri había asesinado también a Lukasz Urban, el propietario de aquel camión robado, cuyo cadáver había aparecido, retorcido, en el asiento del copiloto. Amri sería abatido cuatro días más tarde, en Milán. Pero para entonces, Berlín ya se había incorporado a la lista de escenarios aterrorizados. Símbolos.
El espacio se convirtió en lugar de culto. Miles de ciudadanos visitan hoy la icónica iglesia del Káiser Guillermo, cuyos restos ahí aguantan, en pie desde la Segunda Guerra Mundial, presidiendo la plaza.
Más allá de llantos y pesares, Berlín decidió romper aquel duelo. Lo programó para estos días: montó un entoldado en la Breitscheidplatz y renombró el lugar, que esta semana se llama European Mile (Milla de Europa) y sitúa el atletismo a pie de calle. Aquí se escenifica la mezcla de atletas, técnicos, marchadores, lanzadores de peso, berlineses y turistas. Aquí se celebró la gala de apertura del Europeo, el lunes. Aquí cantó el eurovisivo Michael Schulte su himno, You let me walk alone. Aquí saludó Heike Drechsler a los curiosos. Drechsler, según algunos la atleta más importante de la historia de Alemania.
“Aquí ocurrió el atentado del 2016, pero queremos enviarle un mensaje a los terroristas, demostrarles que no conseguirán destruir nuestra sociedad”, dice Christian Gaebler, jefe de la cancillería del Senado berlinés.
Los marchadores desfilaron ayer a lo largo de la European Mile. Lo hicieron durante un puñado de horas, casi cuatro, mezclados ellos con ellas. Disputaban los 50 km, en un experimento icónico: para ellas, significaba el debut en la distancia en un gran evento internacional. Símbolos.
Entre ellos marchó Jesús Ángel García Bragado, 48 años tiene ya, bebiendo del elixir de la juventud. Un atleta generoso, ahora que ya está otoñal. A la altura del kilómetro 20 sintió un trallazo en el isquiotibial. Y entonces decidió oficiar un último servicio al atletismo español. Se puso a la altura de Takács, su compañera de entrenamientos en el cauce del Besòs, y en las alturas de Font Romeu, y junto al lago de Banyoles, incluso en Granada, y juntos emprendieron una misión: recuperar los cuatro minutos de desventaja que se abrían entre Takács, cuarta, y su predecesora, la ucraniana Vitovschyk.
–¿De qué hablaban? –le preguntamos a Bragado, que en el kilómetro 40, con la misión cumplida y Takács en zona de podio, decidía retirarse.
–Que fuera a ritmo, que no se agobiara, que podía ir a por la medalla. Y mírela.
Ahí fuera, en la European Mile, seguía acelerando Takács, bebiendo los geles que le ofrecía su entrenadora, Montse Pastor, cada vez que visitaba los avituallamientos, y ya segura de sí misma tras un abanico de contratiempos, en particular una trombosis pulmonar que casi le cuesta la carrera deportiva, de eso hace un año y medio.
–Ahí me veía yo, ingresada con los viejecillos, preocupada porque me podía haber muerto. ¿Cómo iba a pensar en el atletismo en ese momento?
TRADICIÓN
La nueva generación de atletas, presuntos velocistas, se ha entregado a un clásico: la marcha
BREITSCHEIDPLATZ
La plaza, arrasada por el camión de un terrorista en el 2016, oficia como lugar de culto para los atletas