Jane Fonda y el sexo después de los 80
Los personajes que encarna la actriz en esta nueva etapa tienen una activa vida sexual
Durante años fue a la vez la representante del feminismo militante en Hollywood y un símbolo sexual. Tan capaz de arriesgar su posición de gran superestrella al participar de manera directa en las protestas contra la guerra de Vietnam como de enloquecer a los adolescentes que le veían exhibiendo un cuerpo privilegiado en la Barbarella de Roger Vadim, el director que fue también su primer esposo y el padre de su hija mayor.
Tras una larga ausencia de las pantallas durante su cómodo matrimonio con su tercer marido, Ted Turner, Jane Fonda ha ido recuperando poco a poco su lugar de gran estrella, en una etapa de la vida en la que muchos de sus contemporáneos ya se han retirado o deben conformarse con papeles secundarios. Protagonista de la serie Grace y Frankie junto a Lili Tomlin, cuya cuarta temporada disfruta de un éxito mundial en Netflix, Jane tiene también uno de los papeles principales en Cuando ellas quieren, una comedia de la Paramount dirigida al público mayor que en su estreno norteamericano en mayo recaudó 58 millones de euros y que podrá verse en España a mediados de septiembre.
La actriz, que en diciembre cumplió 80 años y a pesar de un reemplazo de cadera posee una agilidad que no muchas pueden presumir a su edad, está convencida de que hay un público ansioso por verle trabajar: “Las mujeres mayores son uno de los grupos demográficos que más rápidamente crece en el mundo. Vivimos un promedio de cinco años más que los hombres. Y eso se refleja en el mercado”, dice la actriz y explica: “Los ejecutivos de cine y televisión se están dando cuenta que existimos. Además con todos los movimientos políticos que hay en este momento, han comprendido que la narrativa femenina se venía quedando fuera. Si sólo se cuenta la mitad de la historia, todos nos estamos perdiendo una parte. Por eso yo creo que vamos a ver cada vez más películas y series con mujeres mayores, en donde les vamos a ver manteniendo relaciones sexuales, porque muchas personas de esa edad las tienen”.
Es que si hay una característica en los proyectos en los que se em- barca Fonda, es que los personajes que interpreta tienen una activa vida sexual, con la excepción, claro, de la versión original de la serie animada de Disney Elena de Avalor, en donde le presta la voz a Shuriki.
Si bien aclara que después de terminar su relación de ocho años con el productor discográfico Richard Perry en el 2017 no ha vuel-
“Planificar el sexo puede ser muy erótico; al envejecer las mujeres conocemos mejor nuestros cuerpos”, explica
to a tener novio y no tiene interés en encontrar uno, Jane no tiene problemas en hablar del sexo geriátrico: “He escrito un libro sobre el tema. Vamos, trataba sobre el proceso de envejecer pero tenía capítulos sobre sexo. Entrevisté a mucha gente en sus noventa, e incluso a una pareja en la que ambos tenían más de 100. A esa edad todo es diferente, y es algo de lo que puedo hablar porque tengo 80. A esta edad las cosas son distintas, especialmente si el hombre también es mayor. Uno pierde ciertas cosas como la espontaneidad. Pero planificar puede ser muy erótico. Y a la vez para las mujeres es mejor a esta edad, porque conocemos mejor nuestros cuerpos y ya no tenemos miedo a pedir lo que nos gusta”, dice.
Fonda sostiene que está muy feliz con su edad y que no quisiera volver a los 40: “Las mujeres a esa edad pasan por muchos cambios corporales que hacen que sus vidas sean miserables. Odié mis 40. Ahora es posible estar sana durante más tiempo porque sabemos que es lo que hay que hacer: mantenernos activos y comer más cuidadosamente. Eso nos permite vivir más y mejor”, asegura feliz.
Jane Fonda sostiene que está muy feliz con su edad y que no querría volver atrás: “Odié mis 40”