Barcelona aprovecha el baldeo contra el incivismo
El distrito adelanta el baldeo para dispersar las aglomeraciones que despiertan a los vecinos
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau acaba de adelantar los horarios de la recogida de basuras y del riego del pavimiento de algunos de los puntos más conflictos de Ciutat Vella. Oficialmente, tal y como subraya Gala Pin, la concejal del distrito, el principal objetivo de la medida es reducir las molestias que estas actividades provocan entre el vecindario. “Los vecinos soportan a diario el ruido de skaters y de maletas de turistas rodando por las calles. Queremos evitar que los servicios municipales aún les causen más ruido”, asegura la edil.
Pero en verdad la medida tiene otro objetivo: la lucha contra el incivismo que este verano azota muchas calles. Sacar las mangueras y los camiones cuba a las once y media de la noche y regar las calo lles contribuye a dispersar las aglomeraciones de la gente que se sienta en cualquier lugar para beber latas de cerveza. Lo que ocurre es que si el gobierno municipal explicara su iniciativa en estos términos reconocería que Barcelona sufre este verano un grave problema de inseguridad e incivismo.
Los trabajadores del servicio de limpieza en la plaza de los Àngels y la calle Joaquim Costa van acompañados de agentes de la Guardia Urbana para desalojar a la gente que está bebiendo cuando llega el momento de limpiar de manera intensiva. Anteanoche media docena de policías municipales se apostaron frente a la fachada del Macba sobre las diez. La gente se marchó dejando tras de sí un reguero de latas de cerveza, botellas vacías de bebidas espirituosas, restos de comida... Cuando, una hora y media más tarde, llegaron los barrenderos, no quedaba nadie. “El problema no son los skaters –explicaron algunos de los agentes desplegados–, sino las latas de cerveza. El alcohol eleva el tono de voz, dan ganas de hacer pipí, desata discusiones y peleas”. “Todo el mundo dice que viene a tomar el fresco, pero no es verdad –tercia otro agente mostrando una navaja con una hoja de más de cinco dedos recién incautada. Esto no llevas para tomar el fresco”. Entre tanto otros cuatro agentes motorizados patrullan la cercana plaza Terenci Moix para evitar que la fiesta se traslade de un rincón a otro.
Una vez concluido el baldeo en la plaza de los Àngels los barrenderos se desplazan por el Raval. En la calle Valldonzella se concentra toda la limpieza antes de las dos menos cuarto de la madrugada para evitar más ruidos en plena noche. Los bares de esta zona ya fueron advertidos de que si sacan bolsas de basura más tarde se exponen a una multa.
La ruta de la cuba finaliza en una calle muy de moda, la de Joaquim Costa, a las tres de la madrugada. Es la hora a la que cierran muchos bares en este lado del distrito y, de esta manera, se limpia la calle y se evita que la gente se quede de charla en las puertas de los garitos. Lamentablemente, y también de un modo un tanto incomprensible, la plaza Castella, que está justo al lado, queda fuera del plan. Se trata de uno de los puntos del Raval que más quejas está originando este verano.
El plan también se está desarrollando al otro lado de la Rambla, en unas cuantas calles del Barri Gòtic y de la zona del Born. Aquí ya se reorganizaron los servicios de recogida de residuos para evitar molestias a los vecinos en las zonas centrales de la noche, haciéndolo a última hora o a primera de la mañana. Además, la recogida de basuras y el baldeo se realizan a la vez antes de las dos de la madrugada. Así se elimina el paso de la cuba que se venía realizando sobre las cinco menos cuarto de la mañana.
APOYO POLICIAL
La Guardia Urbana acompaña a los servicios de limpieza en la plaza de los Àngels
LA RUTA DE LA CUBA
Regar las vías públicas trata de evitar que la gente se quede bebiendo en la calle