El capitán marca el rumbo.
Un Atlético mejorado y más ambicioso derrota al Real Madrid en la prórroga
Dos errores gravísimos de la defensa del Madrid le costaron la Supercopa ante un Atlético que consumó su pequeña venganza europea ante un Madrid que no supo rematar el partido cuando tenía cerca la victoria. El duelo fue muy igualado hasta que se rompió en la prórroga con la enorme volea de Saúl, que no marca goles feos. El trofeo da alas al proyecto de Simeone y crea más dudas de las que ya tenía el Madrid, que llegó a la cita poco ilusionado y se marcha de Tallin echando de menos más que nunca a Cristiano.
El Madrid no perdía una final internacional desde el año 2000 ante el Boca Juniors. Tampoco había cedido nunca en Europa ante el club vecino, una de las asignaturas pendientes de Simeone que ahora ya puede dar por aprobada el técnico argentino.
Aunque un partido es demasiado poco para sacar conclusiones, el Madrid certificó malas noticias por todas partes: ha perdido pegada y su defensa fue un cúmulo de errores, con Varane muy lejos de su nivel. Bale demostró su desborde y Benzema marcó su golito, pero no fue suficiente. Asensio fue más Asensio que nunca. Tuvo varias acciones de delicatessen del más puro crack, aunque en su debe cuenta el perder algún balón impropio en lugares peligrosos. Lopetegui tampoco pareció nada avispado con los cambios. Mandó a la caseta a Isco y a Asensio antes de tiempo. Con Zinédine Zidane, el Madrid nunca había encajado cuatro goles.
El Atlético fue el equipo competitivo que se le supone a un proyecto tan lujoso, un candidato a todo. En este caso no defraudó, sino que confirmó las expectativas. Diego Costa fue dañino para el rival y llevó de cráneo a toda la defensa blanca. Griezmann fue, si acaso, el único lunar. Con sólo nueve días de entrenamiento, el francés apenas participó en el juego y fue cambiado a los nueve minutos del segundo tiempo.
El centro del campo rojiblanco rindió a buen nivel. Ha ganado con Rodri en lugar de Gabi. La arrancada de Rodri es descomunal. Lemar tiene buen disparo y en muchos momentos pareció el jefe. Saúl y Koke son valores seguros. Su defensa concede poco.
El partido arrancó con el Madrid dormido. Antes del primer minuto Costa marcó uno de sus goles de fe y garra. Ganó por arriba el salto a Sergio Ramos y peleó por un balón que parecía irse por la línea de fondo. Llegó, cómo no, y batió a Keylor de tiro cruzado.
El Madrid tardó diez minutos en desperezarse, pero cuando lo hizo se hizo con el mando del juego. Asensio pudo empatar en un precioso taconazo que sacó Oblak con una mano milagrosa. Muy cerca de la media hora llegó el 1-1 en una cabalgada de Bale que se fue de Lucas y centró al segundo palo, donde apareció Benzema para cabecear picado, suficiente para superar a Oblak.
La segunda parte comenzó con un aire a la primera. El Atlético salió mucho más determinado. Los de Simeone pusieron cerco a la portería de Keylor, con un Madrid agazapado. A los nueve minutos llegaron los primeros cambios: Correa por Griezmann y Modric por Asensio. Sorprendió esta primera decisión de Lopetegui porque el balear estaba sin duda entre los mejores.
El Madrid marcó enseguida por medio de Ramos en un penalti tras manos claras de Juanfran. Simeone reaccionó relevando a Rodri por Vitolo. En el Madrid entró Ceballos por Casemiro. En el último tramo empató Costa tras un fallo clamoroso de Marcelo.
El Madrid empezó mejor la prórroga, pero fue un espejismo. Otro error garrafal de Varane permitió el golazo de Saúl, y luego Koke puso el 2-4. El Madrid no tuvo la ambición de otras tardes primero para aguantar el resultado y luego para remontar. O quizás el que representaba la ambición está ahora en Turín. Se le abre un tiempo para la reflexión. Pero la Liga empieza ya.
DECISIVO
Diego Costa marcó un doblete y fue una pesadilla para la defensa blanca todo el partido
FALLOS DEFENSIVOS
Marcelo falló de forma grave en el segundo gol y Varane también lo hizo en el tercero, obra de arte de Saúl