Barreras superadas
Las primarias demócratas premian a los aspirantes que rompen barreras
Christine Hallquist gana las primarias del Partido Demócrata en Vermont y se convierte en la primera transexual candidata al cargo de gobernadora en Estados Unidos.
Después de cambiar de sexo, cualquier cosa se le antoja fácil, suele decir Christine Hallquist. Hizo la transición siendo directiva de una compañía eléctrica de Vermont, con el apoyo de su esposa e hijos, y ya se preparaba para una jubilación tranquila cuando la elección de Donald Trump despertó en ella una vocación política que le ha llevado a hacer historia. Hallquist se convirtió anteanoche en la primera transexual candidata al cargo de gobernador en Estados Unidos.
Las elecciones primarias celebradas anteanoche en cuatro estados del país confirmaron algunas de las tendencias observadas hasta la fecha. En el caso de los demócratas, la elección de candidatos que rompen barreras. El 2018 es el año de las mujeres, que se están presentando (y ganando) en cifras récord, pero también el año de los homosexuales y los transexuales. Hasta 400 gais, lesbianas y transexuales se han presentado a las primarias, la mayoría demócratas, motivados a menudo por el retroceso en los derechos de esta comunidad que está llevando a cabo la Administración Trump.
“Soy una reacción al 2016”, afirma Hallquist, que participó en la multitudinaria marcha de mujeres de enero del 2017 en Washington. “Vermont es un faro de esperanza para el resto del país”, celebró tras su elección en el estado, hoy gobernado por un republicano con buenas perspectivas electorales. Otra mujer que ha roto barreras es Ilhan Omar, elegida candidata a la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense en un distrito de Minnesota. Natural de Somalia, Omar llegó al país con doce años como refugiada y está bien situada para convertirse en la primera congresista musulmana. Como Hallquist, en Connecticut, Jahana Hayes abrazó una agenda abiertamente progresista para alzarse con la victoria en las primarias al Congreso. Hayes, profesora del año en el 2016, conectó bien con la preocupación de los votantes demócratas por la educación y se impuso por sorpresa frente a una veterana del partido, Mary Glassman. Como Alexandria Ocasio-Cortez, que apoyó su candidatura, Hayes explotó su perfil de outsider del partido.
Aunque los mandarines demócratas se preguntan si dejar el mensaje del partido a cada candidato y elegir a tantos aspirantes alejados del centro y sin experiencia previa les permitirá ganar las elecciones intermedias y cortar las alas a Trump, la irrupción de caras nuevas, a menudo procedentes de minorías sociales o étnicas, está
Una demócrata de Minnesota, refugiada somalí, podría ser la primera congresista de fe musulmana
ayudando a revigorizar al partido.
En las filas republicanas, las primarias del martes reafirmaron la entrega de las bases a los candidatos trumpistas frente a los clásicos del Grand Old Party. El gobernador Tim Pawalenty no optará a la reelección: las bases republicanas no le han perdonado sus críticas a Trump y han respaldado al candidato del presidente, cuyos favoritos en Kansas y Minnesota, Kris Kobach y Pete Stauber, se impusieron con comodidad. También en el caso de los republicanos están por verse los efectos electorales de la radicalización del partido en noviembre, unos comicios en los que nadie parece competir por el centro.