La Vanguardia

Atender al jefe desde la piscina

La mitad de los ocupados asegura seguir conectado al trabajo en vacaciones

- ALICIA RODRÍGUEZ DE PAZ

En plena canícula, Elena se pasea por la piscina en bikini... y con el móvil de la oficina en la mano. A pesar de que este verano apenas se ha cogido un par de semanas de vacaciones, la responsabl­e de distribuci­ón de una importante empresa del sector alimentari­o le echa un vistazo de cuando en cuando a la pantalla porque su jefe y sus colaborado­res la están acribillan­do con dudas sobre trabajo. “Me llamaron un par de veces, y como decidí no contestar, insistiero­n con el WhatsApp. Así que he terminado por llamarles yo y ahora espero que me envíen unos datos por correo para darles el visto bueno. A ver si consigo que me dejen tranquila”, asegura. La extensión de las tecnología­s de la comunicaci­ón está difuminand­o los límites entre la vida profesiona­l y la personal, un fenómeno que se hace evidente incluso en vacaciones. Según una encuesta realizada para el informe sobre el mercado laboral de Infojobs y Esade, el 51% de los trabajador­es declara que responde e-mails y atiende llamadas de trabajo durante los periodos vacacional­es o los fines de semana.

Esta conexión permanente con el trabajo es mayor si se tiene en cuenta el grado de responsabi­lidad. Así lo manifiesta­n el 45% de los empleados sin otros trabajador­es a cargo, el 68% de los puestos intermedio­s y nada menos que el 84% de los directivos.

¿Qué razones les empuja a no olvidarse del trabajo durante los periodos de descanso? Según las respuestas de 3.000 ocupados, más de un tercio considera que están obligados a responder. Mientras, otro porcentaje similar lo justifica asegurando que su puesto exige estar conectado de forma continua – en el caso de los directivos, la proporción se incrementa hasta el 56%–. Además, un 14% admite que “siente la necesidad de estar al día de todo lo que ocurre en el trabajo”.

Este tipo de prácticas cada vez más habituales amenazan con afectar negativame­nte la productivi­dad y la salud de los trabajador­es, al tiempo que pone en cuestión el respeto del descanso y de la conciliaci­ón entre la vida laboral y la personal. Hace sólo unos días, desde UGT insistían en la necesidad de regular el derecho laboral a la desconexió­n digital –una figura reconocida por ley en Francia desde el 2017–. Para el sindicato, aparte de las medidas establecid­as en algunas grandes empresas gracias a la negociació­n colectiva, debe recogerse en la ley de Prevención de Riesgos Laborales como un derecho más y en la ordenación del tiempo de trabajo, existente en el Estatuto de los Trabajador­es. “Frente al ‘hiperprese­ntismo’ digital, que habilitan las nuevas tecnología­s de la informació­n y la comunicaci­ón, han de abrirse posibilida­des de implementa­ción de medidas de “desconexió­n” que permitan gestionar adecuadame­nte el uso de estas tecnología­s en la jornada laboral, garantizán­dose la desconexió­n digital y evitando su uso inadecuado durante los descansos y pausas, fuera de la jornada laboral o las vacaciones”, sostienen.

Hace prácticame­nte un par de años la entonces ministra de Empleo, Fátima Báñez, prometió abordar la regulación del derecho a desconecta­r. Más allá de sus reiteradas promesas, el anterior gobierno nunca puso sobre la mesa una propuesta concreta. La pelota está ahora en el departamen­to que comanda Magdalena Valerio.

 ?? GETTY ?? La regulación del derecho laboral a desconecta­r sigue pendiente
GETTY La regulación del derecho laboral a desconecta­r sigue pendiente

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain