La Vanguardia

Un informe desvela que Autostrade sabía que el puente estaba ‘enfermo’

La mitad de los familiares no irán al funeral de Estado por considerar­lo una “farsa”

- BLANCA GISPERT Génova Enviada especial

La hipótesis de que la empresa Autostrade per l’Italia es la responsabl­e del desplome del puente de Génova va tomando fuerza. Ayer salió a la luz que esta concesiona­ria del puente fue advertida del deterioro del viaducto el pasado noviembre. Los expertos que había contratado, dos profesores del Instituto Universita­rio Politécnic­o de Milán, Carmelo Gentile y Antonello Ruoccolo, elaboraron un informe que señalaba el mal estado de algunos componente­s, como la oxidación de los cables. La compañía se había comprometi­do a cambiarlos este año y a ejecutar varias tareas de mantenimie­nto, como la renovación del pavimento. Había presupuest­ado unos 20 millones de euros para el 2018. Pero ahora ya es demasiado tarde.

El puente se desplomó la mañana del martes pasado y al menos 38 personas murieron a causa del desastre. La mayoría iban a bordo en vehículos que cayeron al vacío desde una altura de 45 metros. Hacía años que los genoveses temían por la seguridad del viaducto, decían que el puente estaba enfermo y advertían que el tráfico en la autopista A-10 que transcurrí­a por allí era cada vez más denso.

De hecho, a principios del 2019 iban a comenzar las obras para abrir unas vías alternativ­as. El proyecto, llamado la Gronda, prevé la conexión de Génova con el norte del país a través de la perforació­n de varios túneles. Hace años que se ideó, pero su presupuest­o millonario y la presión social lo han retrasado. El partido M5E es uno de los principale­s detractore­s por el grave impacto ambiental y presupuest­ario que supone. Tan encarnizad­o es su discurso en contra que, en el 2014, Beppe Grillo hizo unas desafortun­adas declaracio­nes: “Ahora, los defensores nos van a contar el cuento de que si no se construye la Gronda, un puente podría derrumbars­e en cualquier momento”. Así acabó siendo, lamentable­mente.

Tres días después del trágico desplome, los agentes de rescate seguían ayer buscando supervivie­ntes entre los escombros. El fiscal general de Génova, Francesco Cozzi, estima que aún podría haber entre 10 y 20 desapareci­dos, pero ayer los servicios de Protección Civil rebajaron la cifra a cinco. Algunos escombros están siendo evacuados para evitar que el río Polcevere se desborde con las inminentes lluvias de verano. Pero la fiscalía ha ordenado decomisar dos tramos de la autopista que se desplomó y todos los componente­s caídos. Los fiscales Walter Cotugno y Massimo Terrile han deci- dido “cristaliza­r la escena del crimen”, con la idea de que poco a poco, el material sea trasladado a un área donde los investigad­ores puedan analizarlo.

La evacuación es urgente. Ayer, Antonio Brencich, un miembro de la comisión de Transporte e Infraestru­cturas que está investigan­do las causas del desastre, aseguraba que el riesgo de que otro pilón se desplome es “serio”. Las 630 personas que habitaban bajo o cerca de la parte del puente que sigue en pie han sido evacuadas por prevención. El Ayuntamien­to ha decidido derruir los edificios enteros para evitar una nueva catástrofe y construir un puente nuevo, que debería estar listo en un año.

Mientras en el Gobierno italiano el liguista Matteo Salvini y el grillino Luigi Di Maio siguen enfrentado­s por el trato que debe darse a la concesión de las autopistas italianas de Autostrade, Génova recupera la normalidad a medio gas. Muchos están de vacaciones y los que se encuentran en la ciudad no pueden quitarse de encima el dolor y la rabia que sienten por esta tragedia que consideran que podría haberse evitado.

Hoy se celebran los funerales de Estado de las 38 víctimas, con la presencia de la primera fila de autoridade­s del país. Pero el enojo de los familiares los ha rodeado de polémica. Los parientes de 17 de las víctimas anunciaron ayer que van a boicotear el acto oficial y que celebrarán la ceremonia en un acto privado. “No queremos una ceremonia que sea una farsa”, escribió en las redes sociales Roberto, el padre de Giovanni Battiloro, uno de los cuatro jóvenes de Nápoles que se dirigían en coche hacia Barcelona para pasar unos días de vacaciones. “Mi hijo no se convertirá en un número en la lista de muertes provocadas por una falta de eficiencia italiana”, añadió, al tiempo que pidió justicia. Nunzia, la madre de Gerardo Esposito, otro de los cuatro amigos napolitano­s, señaló a los medios que “el Estado ha causado esto” y dijo que “la pasarela de políticos es vergonzosa”.

El riesgo de que se derrumbe otro pilón del puente de Génova es “serio”, según la investigac­ión

 ?? LUCA ZENNARO / EFE ?? Dos parientes afectados se abrazan junto a los féretros de las víctimas antes de oficiar el entierro ordinario ayer por la tarde
LUCA ZENNARO / EFE Dos parientes afectados se abrazan junto a los féretros de las víctimas antes de oficiar el entierro ordinario ayer por la tarde
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