Terrorismo islámico
En Francia, algunos intelectuales de prestigio han manifestado su preocupación por la “declaración de emergencia” del Estado contra el terrorismo. En estos tiempos de atentados, de vuelta a los fundamentalismos y del ascenso de los extremismos, la libertad no es sólo un derecho fundamental, sino una conquista de la sociedad occidental, que ahora está en peligro.
El Estado se comporta como una guardería social, al que sólo le interesa tener el control de los ciudadanos. Es un Estado niñera, hiperprotector, que defiende sus sentimientos como una madre. El precio que hay que pagar, a cambio, es la tiranía de lo políticamente correcto.
El Estado no siempre toma las medidas exigidas por la seguridad. Parece decir: para mayor seguridad, menos libertad. Es una disyuntiva absurda, pues todo el sistema europeo, antes de la Ilustración, ha sido concebido para no tener que escoger entre ambas cosas.
Ante esta situación, el islamismo terrorista se aprovecha: mirad, han sustituido a Dios por los derechos humanos, y no creen más en los derechos humanos que en Dios, puesto que hacen caso omiso de ellos cuando luchan contra nosotros. Y como no creen en nada y como no son nada, nosotros no hacemos más que destruir la nada.
JOSÉ LUIS PÉREZ GONZÁLEZ Barcelona