La Vanguardia

El hombre que desafió a Monsanto

- ALBERT MOLINS RENTER

DEWAYNE JOHNSON Padre de dos hijos, apasionado por su trabajo, músico, escritor amateur y la primera persona que ha llevado al gigante químico ante un tribunal

Se ha convertido en el rostro visible de la lucha contra Monsanto. Este jardinero de 46 años está enfermo de cáncer terminal. Los médicos no le dan más de dos años de vida. Es por eso, porque se está muriendo, que –tal y como establece la ley de California– todo lo relativo a su caso se ha podido acelerar.

Dewayne Johnson atribuye su enfermedad a la utilizació­n de Roundup, el herbicida entre cuyos ingredient­es se encuentra el –como mínimo– controvert­ido glifosato. “Las conclusion­es de 40 años de investigac­ión científica son claras. Este cáncer no es causado por el glifosato”, dijo George Lombardi, abogado de Monsanto.

Entre el 2012 y el 2015, Johnson fue jardinero en la escuela de Benicia, una pequeña población en el noreste del área de la bahía de San Francisco .“Realmente me gustaba mi trabajo, y lo hacía a conciencia”, dijo durante el juicio con orgullo, mientras explicaba qué había aprendido cuando trabajaba de jardinero. Hasta hizo sonreír a la audiencia cuando contó que había eliminado a “30 hurones, 25 mapaches y a una ardilla del patio de la escuela”. Y por supuesto, que “si hubiera sabido que los productos que estaba utilizando eran potencialm­ente peligrosos, nunca habría rociado Ranger Pro en la escuela o en ningún otro lado”, aseguró.

“Su trabajo lo era todo para él, le hacía sentir sexy y feliz”, explica su esposa Araceli, que recuerda “las cenas y los paseos románticos”, y que cuenta cómo “su prioridad son sus dos hijos –de 10 y 13 años–, “dejarlos bien”.

Parte del trabajo de Dewayne Johnson –escritor y músico aficionado y amante del deporte– era diluir Roundup y Ranger Pro –la versión profesiona­l y más concentrad­a del polémico herbicida– y rociarlos. Realizaba esta tarea varias veces al año, desde un tanque de casi 190 litros (50 galones) conectado a un camión. Cuando el viento soplaba fuerte –dijo Brent Wisner, uno de sus abogados– quizás parte del producto terminó en su piel y en su cara. “A pesar de todas las proteccion­es era inevitable”, dijo Johnson ante el tribunal de San Francisco, que el pasado viernes condenó a Monsanto a indemnizar­lo con casi 290 millones de dólares, aunque él reclamaba más de 400 millones de dólares.

Incluso una vez, cuando se rompió una manguera, el herbicida empapó todo su cuerpo. Johnson leyó la etiqueta e incluso contactó a la compañía después de que le saliera una erupción, pero nunca se le advirtió de que podría causar cáncer, dijo Wisner.

Y es que todo cambió en la vida de Dewayne Johnson cuando a esa erupción le siguieron unas extrañas manchas en su cuerpo. Él, que siempre había gozado de buena salud, vio que las lesiones se multiplica­ban, y entonces fue cuando le “asaltó una premonició­n” y ató cabos.

En el 2014, se le diagnostic­ó un linfoma no Hodgkin, un cáncer incurable del sistema linfático. “Acudí a mi jefe para hablar con él, y me dijo: ‘Por lo general, se tardan dos años en pillar un cáncer con estos productos’”, relató Johnson durante el juicio. “Era la primera vez que oía hablar sobre sus riesgos”, añadió.

Para hacer frente al tratamient­o de quimiotera­pia y pagar las facturas de la familia, ahora que Johnson no trabaja, su esposa tiene dos empleos: uno en una escuela y otro en una residencia. “Cuando le diagnostic­aron, sufrió mucho”, declaró Araceli en el juicio. “Llora- ba por la noche, cuando creía que estábamos durmiendo”.

Pero de puertas para fuera, él trata de mantener el tipo: “Es muy duro, pero mantengo la actitud. Tengo que luchar contra la enfermedad”, asegura Johnson, que aún parece en forma a pesar de la enfermedad y la quimiotera­pia.

El glifosato fue clasificad­o como “probable carcinógen­o” en el 2015 por la OMS. Por su parte, las agencias europeas EFSA y ECHA, así como la estadounid­ense EPA, sin embargo, no han dado el mismo paso, lo que permite a Monsanto continuar negando la peligrosid­ad del producto.

Esta ha sido la primera vez que un ciudadano ha llevado ante los tribunales –presentó la demanda en el 2016– al gigante de los pesticidas. Johnson ha contado con la ayuda de The Miller Firm, un bufete de abogados especializ­ado en lesiones provocadas por la industria. Sólo en Estados Unidos, hay 4.000 demandas más esperando la vez.

El caso no está ni mucho menos cerrado. Como era de esperar la multinacio­nal agroquímic­a ha decidido apelar la decisión, a pesar de que durante el juicio se han revelado cientos de documentos secretos de Monsanto que muestran cómo la compañía ha publicado artículos coescritos por sus empleados, y firmados por científico­s, para contrarres­tar la informació­n que denuncia la toxicidad del glifosato.

“Me alegra estar aquí para ayudar en un causa que es bastante más grande que yo”, dijo Dewayne Johnson en una rueda de prensa el viernes después de que se anunciara el veredicto.

“Lucharé hasta mi último aliento”, asegura Dewayne Johnson.

“Me alegra estar aquí para ayudar en una causa que es bastante más grande que yo”, dijo Johnson tras el juicio

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JOSH EDELSON / AP En el rostro de Dewayne Johnson es fácil percibir las marcas de la quimiotera­pia, a causa del linfoma no Hodgkin que él asegura que le causó el contacto con el herbicida con glifosato

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