El mundo rural de la calle Llibertat se impone en Gràcia
La ceremonia tuvo un recuerdo para las 17 víctimas de los atentados del año pasado de la mano de 17 niños y niñas del barrio
Llibertat ganó el premio a la decoración de las calles de las fiestas de Gràcia, según el veredicto hecho público ayer. Su decoración se titula Els sons rurals, mientras que Verdi, con su recreación de Roma, se llevó el segundo premio.
La intensa lluvia que cayó durante la tarde de ayer obligó a que la ceremonia de entrega de premios tuviera que cambiar de ubicación. Mientras que en un principio estaba previsto que se desarrollara en la plaza de la Vila, el aguacero desplazó el acto a la escuela Jujol, situada en la Riera de Sant Miquel.
Esta es la 20 edición del concurso de guarniciones de las fies- tas. La entrega del año pasado tuvo que suspenderse a consecuencia del atentado de la Rambla, también recordado en la ceremonia de ayer. De esta forma, un total de 17 niños y niñas de Gràcia han untado sus manos con pintura blanca para decorar una lona en la que figuraba el perfil del signo de la paz.
El jurado de las fiestas ha valorado todas las calles que este año se han engalanado, y les ha concedido votaciones que van desde los 166 puntos otorgados a Mozart, que ocupó el farolillo rojo, a los 310 que se llevó Llibertat por su evocación del mundo rural. Tras ella se situó Verdi con su Ave Verdi, su particular Roma.
El tercer premio fue para la plaza Rovira, que recreó una sastrería. Para el segundo y tercer premio, el galardón es un trofeo y un diploma, amén de 30 entradas para Illa Fantasía. En el caso del primer lugar, a todo ello se añaden 30 entradas para los teatros del grupo Balaña o 30 forfaits de esquí.
Además del principal que es la decoración de la calle en sí, hay otros premios. Este año se añadió uno nuevo, llamado Festa Power, y que distinguía las fotos colgadas en Instagram por los propios vecinos mientras trabajaban en sus decoraciones. Los ganadores fueron los moradores de la calle Progrès, que han bautizado su ornamentación como Progrès és el més
vital, siendo una recreación del Libro de la Selva. Otra categoría era la de portales y escaparates, siendo distinguida la calle Asturies, 78, denominado Llibres que
salven vides. Y como mejor balcón, el elegido fue el trabajo Tibigracia, que puede verse en el número 6 de la plaza del Diamant.
Asimismo, existen una serie de categorías especiales: a la mejor reutilización de elementos, la plaza Rovira; a la mejor iluminación, a Fraternitat de Baix; al mejor detalle artístico, a Joan Blanques de Baix; a la mejor cobertura y laterales, calle Jesús; a la mejor entrada o salida, Verdi, y una mención especial a la plaza de la Vila por el trabajo de los niños de la colla castellera en la decoración. Por último, el premio Dolça Festa fue para la calle Puigmartí.
Este año, además, el Taller d’Història de Gràcia organiza visitas guiadas por las calles guarnecidas.
Este año se ha añadido un nuevo galardón: a las fotos en Instagram de los vecinos trabajando en su calle