Facebook quiere saber de qué equipo eres

VER chavales con las camisetas del Barça o el Real Madrid en pueblos recónditos de África o Asia es ya recurrente, aunque no puedan seguir en directo un solo partido de su equipo favorito. Pero las cosas están cambiando. Y esta Liga que acaba de empezar marcará un cambio de paradigma en el fútbol profesional. Ahora sí que el Barça va a ser más que un club, pero no en el sentido clásico. Será parte de una multinacional, de un monopolio global. Como el Real Madrid.

Facebook ha adquirido los derechos para emitir los partidos de Liga en ocho países de Asia, entre ellos India. Ha pagado 90 millones por tres temporadas, una minucia para una compañía que ganó 12.000 millones en el 2017. El mercado es suculento: 1.500 millones de potenciales usuarios. Los aficionados asiáticos podrán ver al Barça o al Madrid gratis en la red. Facebook acumulará sus datos, los cruzará, segmentará a los clientes por tipologías y sacará una nueva tajada publicitaria. Es sólo el comienzo. El modelo no tardará en llegar aquí. Mark Zuckerberg quiere saber de qué equipo eres para saber qué productos venderte.

LaLiga también va a estrenar partidos oficiales en EE.UU. Dice Javier Tebas que así fomenta “la pasión por este hermoso deporte en todo el mundo”. Claro. Hace mucho que el fútbol profesional descansa sobre un caudaloso tráfico de dinero e intereses, pero aún creíamos que los colores del equipo eran parte de nuestra identidad, compartida como buenos cosmopolitas, pero propia. La globalización favorece el intercambio cultural, sí, pero también estandariza expresiones autóctonas, las despersonaliza y puede convertir al aficionado en mera pieza de un engranaje comercial. Causa hilaridad recordar a Francisco Álvarez-Cascos cuando, para evitar que una empresa díscola televisara partidos de pago, sostenía que el fútbol es un evento de interés general. ¿General?

¡No! ¡Universal! Un visionario.