El impacto de la investigación
El Idibell (Institut d’Investigació Biomèdica de Bellvitge) es una de las empresas con más empleados de alta calificación de l’Hospitalet, y también del Baix Llobregat y Barcelonès sur. Pero no es una empresa al uso: es la fundación pública que gestiona de forma conjunta la investigación del hospital de Bellvitge, el Institut Català d’Oncologia, el Centre de Medicina Regenerativa, el Consorci Sanitari Integral y del Institut de Medicina Forense. Cuenta con 1.200 científicos, además de médicos, personal de enfermería y otros perfiles sanitarios. “Tenemos un modelo propio, con una única marca para diferentes centros, lo que nos ha posicionado como un actor estratégico en la apuesta por la biomedicina que potencia el Ayuntamiento de l’Hospitalet”, explican el doctor Gabriel Capellà, director general, y Raquel Egea, directora de desarrollo de negocio e innovación.
“Los hospitales son los principales productores de investigación biosanitaria. Tener centros de investigación básica vinculados a hospitales es muy relevante, porque permite validar con pacientes”, dice Egea. “Hasta ahora, la innovación se entendía como transferencia de tecnología: tenemos una investigación, la protegemos y la licenciamos a la industria. Pero con un enfoque diferente: buscamos la colaboración en todas las etapas de la investigación, no sólo en el resultado final. Además, trabajamos identificando y evaluando todo el conocimiento susceptible de valorización dentro de los grupos de investigación”. Esto ha hecho aumentar el número de servicios prestados o la colaboración con la industria, con lo que, asegura Egea, han conseguido que “el sistema nos vea como un agente de promoción económica, que podemos trasladar el valor al paciente y tener impacto en el territorio, por nuestro no sólo por el volumen de facturación y por la plantilla sino también por la creación de nuevas empresas que creamos con el propósito de conseguir inversión para nuestros proyectos de investigación”.
“Somos un centro puntero en cáncer y neurociencias y ahora incorporamos medicina regenerativa”, explica Capellà. “Tenemos activos de investigación en todo el proceso y debemos ser capaces de pensarlos en forma de modelo de negocio”, añade Egea. Y ello incluye, también, buscar financiación privada, nacional e internacional, para los proyectos. En los dos últimos años, han impulsado ya cuatro spinoffs: Xenopat, Tractivus, Remab y Admlt, y tienen cuatro más en camino.Pero en el sector científico y médico quedan aún prejuicios cuando se habla de empresa. “Si no pones a la industria, no llega al enfermo –prosiguen–. Antes sólo se quería publicar. Cada vez se entiende más lo importante que es tener la industria cerca y una estrategia para llegar al mercado”.
Este enfoque está calando, y desde Idibell consideran que el soterramiento de la Gran Via será una gran oportunidad para crear un hub de conocimiento biomédico, en el que además de universidad y hospitales, puedan instalarse grandes y pequeñas empresas. Es un proyecto a medio plazo, que justo ahora empieza a caminar.
El Idibell tiene un presupuesto de unos 27 millones de euros. Cerca del 25% procede de ensayos clínicos (eso es, colaboración con la industria); y desde hace dos años cierra con resultados positivos.
“Dentro de Catalunya hay microclústers, pero no tiene sentido ir por separado, Catalunya es un clúster en biomedicina a nivel europeo”, opina Capellà. Tiene una visión muy verticalizada del sector. Cirujano formado en la UB y en Estados Unidos, pasó por Sant Pau y el ICO; es jefe de grupo científico, ha tenido cargo en la Administración (entre el 2013 y el 2016 fue subdirector general de Recerca i Innovació en la Conselleria de Salut) y es cofundador VCN Bioscience, empresa que incorporó a Grifols como socio estratégico. “Messi es muy bueno, pero si no tiene diez jugadores que jueguen bien, no se come un quico. Lo mismo pasa en ciencia”, dice Capellà. Por su parte, Raquel Egea venía del mundo de la promoción económica antes de trasladar la estrategia de innovación primero en Vall Hebron, luego en el Idibell.
“Tener centros de investigación básica vinculados a hospitales es relevante, permite validar con pacientes”
“Lo importante es tener la industria cerca y una estrategia para llegar al mercado”