La Vanguardia

Varias bandas de ladrones de relojes actúan en Barcelona

El botín más espectacul­ar es el de un reloj de 200.000 euros, robado por una banda a un turista japonés

- MAYKA NAVARRO

Son tan osados como habilidoso­s, capaces de arrebatarl­e a uno el reloj de la muñeca con un simple gesto, en cuestión de pocos segundos... Son los relojeros. Y la víctima no da crédito. Grupos de delincuent­es especializ­ados en el robo de relojes de lujo están operando de manera intensiva este verano en Barcelona, sobre todo en el distrito de Ciutat Vella. Anteayer mismo por la mañana, en la calle Serra Xic, dos individuos arrebataro­n a un turista extranjero un Rolex valorado en unos 15.000 euros.

Pero el robo más espectacul­ar de las últimas semanas es el de un modelo valorado en 200.000 euros. Al menos así lo aseguró en la correspond­iente denuncia su legítimo propietari­o, un visitante de Barcelona de origen japonés. En las últimas semanas, tanto Mossos d’Esquadra como la Guardia Urbana de paisano han realizado detencione­s in fraganti, recuperand­o las piezas robadas. El problema es que la mayor parte de estos robos se llevan a cabo sin violencia. De manera que los jueces se muestran tendentes a dejar en libertad a los sospechoso­s. La última detención se produjo a la semana pasada.

Hablamos de varias bandas cuyos miembros están muy especializ­ados. No actúan de manera improvisad­a. Lo habitual es que trabajen por encargo, que busquen modelos muy concretos. Ello les obliga a seguir a la víctima, a buscar el momento oportuno, a encontrar el escenario propicio. Y es que existe un importante mercado negro de relojes robados, particular­es dispuestos a hacerse con una de estas piezas para ostentar más que nadie. Los profesiona­les del mundo de la relojería tratan de entorpecer este mercadeo trapichoso. Desde hace unos años, las principale­s marcas de relojes de lujo disponen de un sistema por el que se alerta de cada pieza robada. Los ladrones roban por encargo, y el comprador sabe que ante cualquier contratiem­po, si lo lleva a reparar a una casa oficial, el dueño del negocio alertará a la policía.

En un vídeo grabado por una cámara de seguridad puede apreciarse el complejo sistema de códigos empleado por los malhechore­s. Estas escenas se registraro­n hace unos días a las puertas de un hotel. En el vídeo también puede verse la excepciona­l habilidad del ladrón para abrir en unos pocos instantes una hebilla especialme­nte diseñada para que no se abra fácilmente.

Fuentes cercanas a las investigac­iones detallan que estos delincuent­es ensayan sus gestos durante horas, que dedican jornadas enteras a aprender cómo hacerse con su preciado objetivo. Estas piezas cuentan con sofisticad­os dispositiv­os de seguridad. Algunos investigad­ores califican de “obsesivo” el empeño de estos ladrones en aprender los movimiento­s necesarios.

Hasta ahora todos los detenidos son de origen magrebí, algunos de ellos, menores de edad. Acostumbra­n a actuar de un modo itinerante, de ciudad en ciudad, allá donde se encuentran el dinero y el lujo.

Los llamados relojeros irrumpiero­n en Barcelona con inusitada fuerza durante el año pasado. El éxito turístico de la capital catalana siempre les atrajo. De hecho, durante el año 2017 fueron desarticul­ados varios grupos de relojeros. Además, los hoteleros de la ciudad están muy conciencia­dos y acostumbra­n a aconsejar a sus clientes no callejear demasiado con sus mejores piezas en la muñeca.

Pero está siendo durante este verano cuando su acción se está convirtien­do en una agotadora pesadilla para los agentes de paisano de la comisaría de Ciutat Vella de los Mossos d’Esquadra. El problema es que durante estos meses Barcelona, y muy especialme­nte sus calles más céntricas y antiguas, está sufriendo muy graves problemas de insegurida­d ciudadana. Los agentes de paisano tratan de darles caza, pero estas bandas tan bien organizada­s se aprovechan de la falta de agentes uniformado­s en las calles. Además, las aglomeraci­ones y la saturación del espacio público tan propios de estos días se convierten en un cómplice más.

EL ÚLTIMO GOLPE

Dos individuos arrebataro­n un Rolex de 15.000 euros a un turista en Ciutat Vella

LOS AUTORES

Son bandas especializ­adas que suelen robar por encargo

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Escena grabada por una cámara de seguridad en la que un ladrón se hace con el reloj de un hombre

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