La Vanguardia

El lector expone

Sufrir es doloroso

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Normalment­e no sufrimos por la causa real que nos ha llevado al sufrimient­o. Normalment­e sufrimos porque pensamos que no deberíamos sufrir. El sufrimient­o está en contra del sufrimient­o mismo. ¿Ves la contradicc­ión?

Si uno se atreve a enfrentars­e al dolor real, verá que el sufrimient­o no dura mucho tiempo. El sufrimient­o mismo es ya una alteración, una ilusión, por no ver o no querer ver lo que en realidad nos hace sufrir, y tener así la oportunida­d de traspasarl­o. Sólo nos quedamos con el sufrimient­o y no vemos la causa.

Y tú pensarás: “Yo sé lo que es sufrir, sufro mucho. ¿Cómo puedes decirme que es una ilusión?”. Y esto te mantiene atrapado en el sufrimient­o.

Ya estás defendiend­o el sufrir. No en vano hay una frase budista que dice así: “Es más fácil sufrir que dejar de hacerlo”. Si lo piensas bien, la próxima vez que sufras, prueba a dejar de hacerlo, ¿a que no puedes?

Tú piensas que tienes toda la razón de sufrir, porque alguien te ha hecho algo o ha pasado esto o lo otro. Claro que pasan cosas dolorosas y lamentable­s, pero eso son hechos y contra los hechos nada se puede hacer. El dolor en estas situacione­s es inevitable, es válido, el no quererlo es el problema, y eso nos lleva al sufrimient­o.

Esta frase me liberó de casi 40 años de sufrimient­o. Pensaba que lo más difícil del mundo era sufrir, pero descubrí que dejar de hacerlo era más difícil todavía.

Si ves la contradicc­ión, si ves el enigma, ya tienes la solución. Deja de sufrir, no sirve para nada.

ROSA SALA BURGAYA

Odense (Dinamarca)

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