Detenido el autor de un tiroteo que causó un muerto y tres heridos
El agresor fue a por sus víctimas al bar de un pueblo de Valladolid
La Guardia Civil de Valladolid detuvo sobre las 10 de la mañana de ayer a M.M.B., de 32 años, como supuesto autor de los disparos que unas horas antes acabaron con la vida de un hombre e hirieron a otros tres en el bar Maribel, de Castrillo-Tejeriego, un pequeño pueblo vallisoletano de 200 habitantes. Poco antes de las 6 de la madrugada, el detenido entró en el establecimiento armado con una escopeta y disparó contra cuatro vecinos. Los investigadores creen que, después de una discusión con parte de los clientes del bar, el agresor se fue a casa y volvió poco tiempo después al local con el arma para liarse a tiros.
El fallecido tenía 46 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Los tres heridos –de 50, 51 y 58 años– fueron atendidos por el servicio de emergencias y trasladados a sendos centros hospitalarios de Valladolid, uno con pronóstico grave, otro en observación y otro leve. El de mayor edad permanece ingresado en la UCI del hospital Clínico Universitario de Valladolid, con una herida en el hombro, según informó la Consejería de Sanidad de Castilla y León.
Después de los disparos, el sospechoso huyó del lugar en un coche y con el arma, por lo que la Guardia Civil montó un dispositivo de búsqueda en el que participaron tanto medios aéreos como agentes de la Policía Nacional. El hombre fue localizado finalmente en las calles de la capital vallisoletana, a pocos metros de su domicilio habitual. El detenido prestó declaración a lo largo del día de ayer y estaba a la espera de pasar a disposición judicial.
De momento, se desconocen los motivos por los que el joven mantuvo de madrugada una discusión con otros clientes del establecimiento, todos ellos vinculados al pequeño pueblo, que se encuentra a 40 kilómetros de la capital. Sin embargo, la subdelegada del Gobierno de Valladolid, Helena Caballero, apuntó ayer que los investigadores han descartado que el autor de los disparos mantuviera “rencillas anteriores” con las víctimas y atribuye el suceso a un episodio transitorio de enajenación mental. “Por algún motivo, se le ha cruzado el cable para ir a por un arma, pero no está claro si fue o no por una discusión fuerte”, subrayó.
El detenido es vecino de Valladolid, contaba con licencia para portar armas y había superado los correspondientes tests psicotécnicos, tal y como confirmó la subdelegada del Gobierno. “Tenía la licencia de armas en regla y cumplía con todos los requisitos marcados por la ley”, aseguró. La subdelegada explicó además que tenía antecedentes por amenazar e injuriar a un concejal del pueblo hace más de diez años, pero “nada más”. También apuntó que su padre era hasta hace poco trabajador del Ayuntamiento de Castrillo-Tejeriego. La subdelegada del Gobierno precisó que “el arma aún la están buscando”.
Caballero se felicitó por la celeridad con la que habían actuado los agentes de los cuerpos de seguridad del Estado, en especial, por el “amplio operativo” desplegado para localizar al hombre huido, muy cerca de la calle donde residía. “Tenía una vida regular en Valladolid, de ahí que se sospechara que el autor de los disparos se acercara a su domicilio, que es donde se le ha detenido”.
El alcalde de Castrillo-Tejeriego, Raúl Torres, expresó su pesar por un suceso que ha consternado a los poco más de 200 vecinos de la localidad: “Tanto yo como todo el pueblo estamos en estado de shock, porque han destrozado la vida de un hombre”. La corporación municipal celebró ayer mismo un pleno extraordinario, donde se condenó el suceso. Además, guardaron tres minutos de silencio por los hechos y decretaron tres días de luto oficial.
Según el alcalde, la víctima mortal, aunque no era natural del pueblo, acudía con frecuencia a él ya que pasaba allí temporadas, tanto en los periodos de vacaciones como los fines de semana. El detenido vivía en Valladolid desde hace tiempo, pero volvía al pueblo de veraneo. La subdelegada del Gobierno lamentó también este suceso en un pueblo “con este entorno tan tranquilo” y mostró sus condolencias a las familias de las víctimas, que fueron acompañadas por un grupo de psicólogos, y también del agresor, “porque el padre es de aquí de toda la vida y lo estará pasando también muy mal”.
El atacante poseía licencia de armas y tenía antecedentes por un delito de amenazas