“Antes nos insultaban, ahora casi pasamos desapercibidas”
desde las peñas y la gente vinculada al mundo taurino se han vuelto más conscientes, gracias a la reuniones con los alcaldes y los Mossos d’Esquadra, y han cambiado de estrategia, ahora su estrategia es ignorarnos, han visto que insultarnos y agredirnos verbal o físicamente no les salía a cuenta”, relata Gascón.
Una situación impensable hace un año. Tras la agresión se impulsó un protocolo de seguridad policial, con la implicación de Mossos d’Esquadra y ayuntamientos, para prevenir y evitar las agresiones a las antitaurinas. El protocolo preveía la delimitación de un espacio para facilitar las grabaciones y evitar el contacto entre antitaurinos y aficionados. Aunque las animalistas siguen avisando a los consistorios y a los Mossos antes de ir a grabar, la desescalada de tensión es evidente. A pesar de los cambios, aún hay algunos municipios, especialmente en el delta del Ebro, como es el caso de Deltebre o Sant Jaume d’Enveja, donde las activistas no se atreven a ir sin presencia policial.
AnimaNaturalis no volverá a ir a grabar a las plazas para detectar y denunciar casos de presunto maltrato animal o infracciones como la presencia de menores hasta septiembre, a pesar de que es ahora en agosto cuando hay más actos taurinos, con muchos bous embolats (de fuego) y capllaçats (ensogados), las dos modalidades de correbous más polémi- cas, las primeras que exigen abolir las entidades animalistas. AnimaNaturalis llegó a comunicar al Ayuntamiento de Deltebre que iría a grabar el pasado fin de semana, pero al no tener garantizada la presencia de los Mossos por los actos del 17-A, explican que renunciaron a hacerlo.
La distensión y el cambio de estrategia de los taurinos han propiciado en la práctica que se haya rebajado la tensa presión que ejercían los antitaurinos. La coyuntura política, con toda la atención en el proceso independentista, aseguran que tampoco les ha ayudado en su intención de llevar a medio plazo la prohibición de los bous al Parlament, como pasó con el toreo con sangre en el 2010. La ley de los correbous surgió después, aquel mismo año, por el deseo de blindar la tradición en las Terres de l’Ebre.
También ha influido el escaso recorrido que han tenido hasta ahora las denuncias que cada temporada presentan los animalistas. Las activistas admiten que las denuncias son una vía sin recorrido y lo atribuyen a la pasividad de la administración. “La ley permite que participen menores en los bous o que mueran animales sin que pase nada”, dice Gascón. Actyma, la otra entidad que más graba y denuncia festejos con bous en el Ebro, presentó diez denuncias en el 2017. No tuvieron apenas recorrido. Esta temporada los antitaurinos han presentado sólo tres denuncias. AnimaNaturalis se esperará a final de temporada para hacer balance y denunciar, algo que empezaron a hacer hace dos años para rebajar la tensión cuando van a las plazas.
“Es una temporada tranquila, se necesitaba mucho diálogo y respeto; hay que respetar a los que tienen una pasión por los bous y a los que tienen una pasión por los animales y su bienestar”, dice Pallarès. “Es un temporada muy tranquila y esperamos que acabe así”, coincide Obiol. Los aficionados están eufóricos por la asistencia en los festejos y la creación de nuevos actos taurinos.
Deltebre es uno de los municipios que han introducido este año más actos taurinos en su fiesta mayor, con ocho días de fiestas y ocho de bous. Con 12.000 vecinos, presumen de tradición. En una tarde de fiestas se llegan a concentrar 6.000 aficionados en las dos plazas locales. “De la fiesta puedes cambiar lo que quieras, menos los bous, forman parte del carácter y la historia del Delta”, destaca Lluís Soler (Partit Demòcrata), su alcalde.
EN LAS DOS PLAZAS DE DELTEBRE Con 12.000 vecinos, en una tarde de fiestas se llegan a concentrar 6.000 aficionados
LOCALIDADES COMPLICADAS En Sant Jaume d’Enveja o Deltebre las animalistas no se atreven a ir sin policía