La performance que Barceló ideó para el Palau es inviable
La sala y el artista mallorquín estudiarán otras propuestas
Dialogar con la arquitectura del Palau de la Música es algo que se ha demostrado muy apetecible para los artistas plásticos, a los que la sala invita a exponer, instalar o performar. Pero no siempre es fácil. Máxime cuando el creador es atrevido e insobornable como Miquel Barceló. La propuesta de performance que el artista mallorquín venía planeando para la temporada próxima, y en la que quería utilizar barro para –metafórica y físicamente– cubrir, tapar y negar el espacio modernista, incluidas las musas del hemiciclo diseñado por el escultor Eusebi Arnau, no ha superado el exigente examen técnico al que obliga un espacio declarado patrimonio de la humanidad.
El espectáculo, que debía tener lugar los días 8 y 9 de abril del 2019 y finalmente se ha cancelado, despertó gran expectación al ser anunciado. Hace ya tiempo que el más cotizado de los artistas vivos españoles no está presente en Barcelona, y la naturaleza de la propuesta, que él mismo había ido perfilando en entusiastas conversaciones con la dirección artística del Palau, hacía aún más interesante su regreso.
También ha sido cancelado el encargo al compositor francés Pascal Dusapin, una pieza de 15 minutos que estaba previsto que interpretaran miembros del Orfeó Català, contra los que el artista proyectaba arrojar barro durante la actuación. Barceló buscaba crear una escultura sonora, incorporando los sonidos grabados en el interior de la cueva de Chauvet (Francia). Esto es, las gotas al caer, los ecos propios del espacio... Un proyecto expositivo ambicioso, ilusionante y más interesante si cabe en tanto que el espacio arquitectónico con el que debía dialogar está superprotegido. Tan vigilado, que no puede ni hacerse un agujero en la pared para colgar un cuadro.
Al final, las limitaciones que plantea el Palau son infranqueables. “Pero la pregunta que le hace el Palau a Barceló, esto es, cómo quiere ocupar el espacio, cómo se imagina a sí mismo conquistándolo, ocupándolo, visitándolo, explicándolo... sigue abierta”, aseguraba ayer Víctor Garcia de Gomar, artífice de la colaboración. “Es una suerte de work in progress. Y ahora estamos sencillamente en un compás de espera para ver qué puede salir de aquí. Queremos mantener el enfoque y la llama”.
Pocas veces en su historia como espacio cultural habrá provocado el Palau un ejercicio intelectual tan exigente. ¿Cómo que no puede hacerse? El guante se ha arrojado. Se diría que el diálogo entre artes plásticas y arquitectura que propone la dirección del Palau ha pasado a un plano real, un plano de conversación cotidiana del artista con el edificio, con sus momentos armoniosos y sus momentos difíciles, negativas frustrantes, dialéctica seductora, propuestas de redimensión.
Ya cuando en abril de este año se presentó el proyecto, se intuía que la necesaria sobreprotección del Palau sería un handicap. Sin embargo, los tempos con los que trabajan los artistas plásticos nada tienen que ver con el anticipado calendario de la música clásica y la ópera. De manera que no fue hasta hace pocos meses, cuando Barceló encuentra el tiempo, entre exposición y exposición internacional, para sumergirse en la idea, que las partes pudieron analizar si era factible.
“Llevamos dos años y medio hablando de la propuesta, pero las cosas no cristalizan y se concretan hasta al cabo del tiempo”, apunta De Gomar. “Ahora hay que ver como vehiculizamos la participación de Barceló, aunque es necesario darse un tiempo. Que no sea posible la propuesta no significa que no se haga nada. El proyecto de diálogo con las artes plásticas sigue adelante”.
Por otra parte, Barceló, un creador que ha trabajado siempre con materias primas orgánicas en busca de un retorno al origen, a la caverna primitiva, era el punto de partida sobre el que se formalizaban las ideas de la temporada entrante del Palau. Su trabajo salpica incluso las páginas del programa. “Esto continúa siendo así. Barceló sigue siendo artista vinculado a la temporada 2018-19”, concluye el director artístico.
LA PERFORMANCE CON FANGO La protección del espacio arquitectónico obliga a cancelar el espectáculo de abril
VÍCTOR GARCIA DE GOMAR “La pregunta a Miquel Barceló sigue abierta; queremos mantener el enfoque y la llama”