Paso adelante
Messi capitanea un Barça en el que Valverde se atreve, Coutinho luce galones y Dembélé acelera
Valverde piensa que lo más difícil es volver a ganar y los números lo refrendan. Después de la primera Liga de Guardiola, la 2008-09, cada vez que el conjunto blaugrana se ha alzado con el campeonato ha necesitado más de 90 puntos (99 y 96 con Pep, los 100 de Vilanova, 94 y 91 con Luis Enrique y 93 para el Txingurri). Así que el Barcelona se ha preparado a conciencia para revalidar los dos títulos de la temporada pasada, Liga y Copa, y para intentar domar la Champions, el torneo más incontrolable. Los cuatro fichajes del verano van en esa dirección, la de ampliar el ramillete para minimizar los errores y los tropiezos. La ventaja del técnico es que si hay un equipo que está acostumbrado al continuo examen es el suyo. Messi, que busca la décima Liga, es la prueba viviente. Pero también Busquets y Piqué. Sin desmerecer la regularidad de Alba, Rakitic, Ter Stegen y Suárez. Ellos saben cuando deben dar un paso adelante.
El genio no descansa. Leo Messi lleva marcando en 15 Ligas consecutivas. Con el doblete al Alavés igualó la racha de longevidad de Zarra y la temporada que viene puede dar alcance a Raúl (1994-2010).Durante años se repitió que Messi y Cristiano se retroalimentaban en un afán de polarizarlo todo desde un prisma Barça-Madrid. Visto lo visto, Messi no necesita a Ronaldo para querer ser el mejor y el primero. Su competitividad es intrínseca. El diez odia perder y ya lo ha hecho mucho este junio con Argentina. Por eso parece empeñado en hacer de este curso algo especial. No puede ser casualidad que tras los fiascos Sudáfrica2010 y Brasil-2014, el Barça levantase la Champions. Sin Iniesta, su influencia y exposición aún será mayor pero la capitanía heredada de Puyol, Xavi y Andrés le hace conectar con la afición como nunca.
Coutinho no se lo piensa. En el minuto 43 de la primera parte, Ernesto Valverde envió a calentar a Philippe Coutinho. El brasileño ha sido suplente en los dos primeros partidos oficiales pero el Barça los ha ganado con él en el campo. El nuevo 7 está desinhibido, ahora que juega más de interior y casi siempre por la izquierda, donde le gusta. Ya salvó los muebles a Brasil varias veces en el Mundial. Tiene esa capacidad para desatascar partidos, porque regatea fácil y chuta rápido. Al tercer disparo contra el Alavés, marcó. “Es un centrocampista que domina un poco todo”, le definió Guillermo Amor, un llegador en el dream team. La temporada pasada entre Anfield y el Camp Nou anotó 22 goles (12 +10). Su disparo es una amenaza más en un equipo que acostumbra a querer entrar hasta la cocina. Debutará este año en la Champions.
La puntería de Dembélé. Al contrario que Coutinho, dos partidos y dos titularidades para Ousmane Dembélé, reforzado por la ambición de Valverde. El extremo tiene ganas de reivindicarse tras un año con pena y sin gloria. En el Barcelona sostienen que si el francés se activa de verdad será el fichaje del año. Lo tiene todo: talento, regate, es ambidiestro y veloz. Sólo le falta decidir mejor en la finalización. O se precipita ante el portero o le telegrafía el disparo. Decidió la Supercopa con un trallazo pero podría llevar cuatro goles ya. Sólo tiene que mirar a Messi encarar. El gol también se trabaja.
Valiente Valverde. La cicatriz de Neymar ha tardado un año en desaparecer. Ernesto Valverde se refugió en el 4-4-2 y se hizo fuerte siendo más sólido que brillante, buscando aferrar la Liga por encima de todo en su primer año. Pero el entrenador sabe que se le pide algo más, que tiene ingredientes de sobra para divertir. Y eso se consigue con el 4-3-3 que ha utilizado desde la gira por EE.UU. y sabiendo leer los partidos sobre la marcha. Sólo falta por ver a Malcom. El extremo brasileño es el segundo fichaje más caro de la Liga, sólo superado por Lemar, pero se quedó en la grada en la Supercopa y miró desde el banquillo el duelo frente al Alavés. ¿Jugará el Barça con dos extremos puros? Eso sería otro paso adelante.