Daniel Juncadella
Juncadella afronta el DTM de Misano con energías renovadas
PILOTO
El piloto catalán de 27 años ha obtenido su primera victoria en el campeonato de turismos alemán y afronta la próxima carrera de Misano con energías renovadas. La de Daniel Juncadella es una historia de perseverancia.
“Desgraciadamente se ha hecho esperar, pero mejor tarde que nunca”. Dani Juncadella (Barcelona, 1991) afrontará este fin de semana la próxima cita del calendario del DTM (Campeonato Alemán de Turismo) en Misano desde una nueva perspectiva. Tras 67 participaciones en cinco temporadas, el piloto consiguió el primer triunfo en la última convocatoria, en el histórico circuito de Brands Hatch. Efectivamente, se ha hecho esperar, pero es el premio a la perseverancia y al trabajo mental de un deportista que comenzó la temporada luchando contra el dolor.
Los registros de Juncadella con estos bólidos derivados de coches de serie, con motores de 8 cilindros y más de 500 CV, ya pueden ser tenidos en cuenta. Se ha convertido en el segundo español tras Miguel Molina en subir a la parte alta del podio y en Brands Hatch firmó su segunda pole. “Me gustaría poder doblar esta estadística al final de la temporada –quedan cuatro paradas–. Si consigo cuatro poles y dos triunfos hasta final de temporada seré muy feliz. Pero no estoy centrado exclusivamente en los resultados, estoy pensando fin de semana a fin a de semana. Es la mejor forma de conseguir mis objetivos”.
La primera victoria desde que se proclamó campeón de Europa de F-3 en el 2012 representa una inyección de confianza en una temporada que comenzó con pésimas perspectivas. En abril, a falta de un mes para el arranque del campeonato en Hockenheim, Dani sufrió una fractura de clavícula mientras practicaba bicicleta de montaña con unos amigos en Eivissa. Nunca se había lesionado y se asustó al ver el hueso descolocado. Fue intervenido en Barcelona. Le colocaron una placa y ocho tornillos y 78 horas después de la operación se sentaba en el simulador de casa. Y nueve días después de pasar por el quirófano se presentaba en los tests de Mercedes. Dio 176 vueltas a Hockenheim, devoró más de 800 km y fue el tercero más rápido.
“He cambiado mucho mi mentalidad. Antes me preocupaba demasiado por los detalles técnicos y estaba constantemente con los ingenieros, cambiando pequeñas cosas todo el tiempo. Me estaba convirtiendo más en un ingeniero que en un piloto, y salía a pista pensando en lo que ganábamos o perdíamos de eficiencia aerodinámica con cada ajuste. Y me desesperaba, porque no salían las cosas”. Una psicóloga deportiva le ayudó a cambiar el enfoque, a relativizar las tablas de tiempos y centrarse en buscar las mejoras dentro de sí mismo. “Esto me ha cambiado completamente, es lo mejor que he hecho en años”.
No sabe si su mejor época está por llegar o fue la que celebró triunfos como en el mítico GP de Macau (2011) y después flirteó con grandes equipos de F-1 antes de fichar por Force India como probador. Pero él necesitaba carreras y se apuntó al DTM. Pronto tendrá que tomar una nueva decisión determinante. Mercedes dejará el DTM la próxima temporada y Juncadella tendrá que encontrar acomodo: un equipo distinto, el Mundial de resistencia, la Fórmula E… Lo que sea. Él piensa partido a partido, y el próximo se juega el fin de semana en Misano.