El número de cerdos supera a la población humana en España
El número de cerdos supera al de personas en España, según el Ministerio de Medio Ambiente. La población porcina alcanza su máximo histórico con 50 millones de cabezas, 3,5 millones más que la población española actual.
Según los datos estadísticos facilitados y que ha recogido el diario británico The Guardian, desde el 2013 el número de cerdos ha aumentado en nueve millones. La industria porcina produce cuatro millones de toneladas de carne cada año y sus exportaciones crecieron el año pasado el 9%.
Porque los hábitos alimentarios españoles no justifican en absoluto este crecimiento. Según datos oficiales, en España se consume 21,2 kilos por persona, lo que supondría menos de la mitad de la producción. La otra mitad se exporta, aunque el impacto ambiental del 100% de su crianza se queda en casa.
La creciente industria del cerdo tiene un notable impacto directo en el medio ambiente. En estos momentos ocupa el cuarto lugar en emisiones de gases de efecto invernadero en España, sólo por detrás del transporte, la electricidad y la industria.
El consumo de agua necesaria para mantener en buenas condiciones a estos animales es uno de los factores de más impacto: Se calcula que cada cerdo necesita 15 litros diarios de agua, lo que significa un consumo mayor que el de las ciudades de Sevilla, Zaragoza y Alicante juntas.
Los purines, por su parte, contaminan desde hace años las aguas subterráneas de amplias zonas agrícolas y las granjas de cerdos, que van emigrando de unas comunidades autónomas a otras, son responsables del 27% de las emisiones de amoniaco a la atmósfera.
Por todo ello, el Gobierno trabaja sobre un proyecto de ley para “permitir un eficaz y correcto desarrollo de la actividad ganadera en el sector porcino, conforme a la normativa vigente en materia de higiene, sanidad animal, bienestar de los animales y medio ambiente”.
Según recoge el diario británico, España es por diversas razones uno de los países con mayor tradición en comer cerdo. Los escritos de la época romana destacan la protección especial que recibía este animal por parte de los godos y cuando los musulmanes conquistaron la península Ibérica, el cerdo empezó a ser un símbolo de la resistencia cristiana. Durante la época de la Inquisición, comer este animal en público permitía demostrar a judíos y musulmanes que abrazaban completamente la fe cristiana.