Compromisos... ¡hasta el 2060!
El diario de la oposición Na Tea el pasado fin de semana escribía: “21 de agosto, hora cero. El rescate se acaba, la pesadilla continúa”. La pregunta es: ¿ha terminado realmente la tutela de los acreedores? En realidad, pese a que sobre el papel el país ha recuperado su autonomía, la misma UE ayer recordaba que de todas maneras seguirá vigilante. Formalmente hasta el 2022. “El servicio de apoyo a las reformas estructurales de la Comisión continuará asistiendo a las autoridades griegas, si lo solicitan, en el diseño e implementación de reformas que refuercen el crecimiento”, según informó ayer Bruselas. De hecho, Atenas asumió el compromiso de mantener avances primarios (antes de pagar la deuda) de sus cuentas públicas todos los años por lo menos del 2%... ¡hasta el 2060! El objetivo, según cálculos de la UE, es que así la deuda baje hasta el 100% del PIB. Otras estimaciones, basadas en el FMI, creen que los avances presupuestarios serán más modestos, con lo que la deuda griega puede dispararse cerca del 300% del PIB. En todo caso, hablamos de un reto a tan largo plazo que sólo se podrá conseguir si la economía mostrara un crecimiento sostenido. El presidente de la Cámara de Comercio e Industria del país, Konstantinos Mijalos, resaltó ayer la necesidad imperativa de atraer nuevos inversores.“Tenemos que motivarles para que inviertan en Grecia. Si no prevalece el sentido de la prudencia, el consenso y la cooperación me temo que el país dará un paso adelante y tres hacia atrás”, advirtió Mijalos en declaraciones a Euronews. En todo caso, persisten dudas razonables de que será Alexis Tsipras, el actual primer ministro en cargo desde el 2015, quién llevará la batuta y el destino de la Grecia posrescate en los próximos años porque los sondeos van en su contra y los conservadores tienen ocho puntos de ventaja en las elecciones del año que viene. Él también ha pagado su propio coste –político– del rescate.