Masiva manifestación en Bilbao por las pensiones
Por encima de estaciones, guiños políticos e incluso fiestas patronales. La lucha de los pensionistas vascos continúa en Bilbao y ayer exhibió músculo en una gran manifestación que recorrió la ciudad coincidiendo con la Semana Grande de la villa, una movilización masiva, intergeneracional y festival que superó todas las expectativas de los convocantes. “El movimiento es fuerte y no vamos a dar ni un paso atrás”, advirtió Jon Fano, de la plataforma Pensionistak Martxan.
Treinta y un lunes después de aquel 15 de enero, primer día de concentraciones de los pensionistas, estos mantuvieron ayer las mismas exigencias, entre las que sobresalen la de una pensión mínima de 1.080 euros, la subida de su pensión conforme al IPC y el rechazo a los “intentos de sustituir” el modelo por planes complementarios privados como las Entidades de Previsión Social. “Hay que derogar las medidas vigentes pactadas entre PNV y PP porque son parches insuficientes”, leyeron ante la escalinata del Ayuntamiento, lugar habitual de reunión que esta vez apareció vallado para evitar que subieran a ella. Los jubilados apostaron por otro lado por “garantizar” las pensiones futuras con un salario mínimo de 1.200 euros y “acabando con la precariedad laboral”.
Asimismo, los convocantes pidieron al Gobierno pasar de las “promesas a los hechos” y estar presentes en septiembre cuando comience la negociación presupuestaria e instaron a los ejecutivos vasco y navarro a que complementen las pensiones para alcanzar los 1.080 euros. La manifestación, que se repetirá el 1 de octubre, día de las Personas de Edad, estuvo secundada por asociaciones de jubilados de territorios como Asturias, La Rioja, Navarra o Cantabria.