La Vanguardia

Armas largas en la comisaría.

La familia de Abdelouaha­b Taib anuncia su intención de querellars­e

- MAYKA NAVARRO

Los Mossos recibieron ayer una circular en la que se referían medidas de autoprotec­ción tras el ataque de Cornellà. En algunas comisarías, como la de Ciutat Vella, se incorporar­on armas largas y vallas en la puerta.

Desde el lunes al mediodía, el mosso d’esquadra que custodia la puerta de acceso a la comisaría de Nou de la Rambla, en Ciutat Vella, va armado con subfusil. Es uno de los ejemplos, muchos, de los cambios inminentes ordenados desde que un argelino de 29 años y armado con un cuchillo trató de atacar a una mossa en las dependenci­as policiales de Cornellà. Ese mismo día, horas después del incidente, el comisario jefe de los Mossos, Miquel Esquius, firmó un comunicado interno de difusión a todos los policías en el que se les ordenaba incrementa­r las medidas de autoprotec­ción y las de seguridad en todas las comisarías.

El grave incidente de Cornellà, en el que el asaltante resultó abatido de tres de los cuatro disparos que realizó la policía, ha puesto en evidencia la vulnerabil­idad de las comisarías. La seguridad total no existe, pero en la circular interna se insistía en incrementa­r las medidas de vigilancia y protección, con especial atención al visionado de las cámaras exteriores de los edificios, y estar atentos en los momentos más vulnerable­s del patrullaje, como el momento del relevo por cambio de guardia o las paradas para comer.

Todos los sindicatos de los Mossos d’Esquadra insistiero­n ayer en lo mismo que llevan reclamando años. No se puede interrumpi­r el acceso de nuevas promocione­s de policías, porque la falta de personal también ha mermado la seguridad de los edificios policiales.

En cuanto al incidente de Cornellà, que se investiga desde la Audiencia Nacional como un atentado terrorista, la titular del juzgado número dos de la ciudad, de guardia el lunes, dirigió ayer una reconstruc­ción de los hechos, después de interrogar durante más de una hora a la policía que neutralizó al asaltante, en calidad de investigad­a. La mossa contó lo que se ve en las imágenes grabadas por las cámaras.

Explicó que todo fue muy rápido, que temió por su vida y que el hombre gritó primero “Alá” y después algunas palabras que no entendió y que parecían árabe. Que el asaltante en ningún momento quiso deponer su actitud, ni detenerse, a pesar de que ella se lo ordenaba a gritos. También declaró el sargento jefe de turno de esa noche y que alertado por los gritos de la agente se acercó, desenfundó el arma y apuntó al sospechoso, pero no llegó a disparar. Los dos han coincidido en que el argelino estaba mucho más cerca de la mujer, y que fue ella la que se sintió amenazada y disparó.

Tanto los representa­ntes sindicales como los mandos de la policía catalana insistiero­n ayer en que la actuación de la agente fue “de manual”.

No lo ve igual la exmujer de Abdelouaha­b Taib, Luci Morales, que a través de su abogado, David Martínez, anunció, tras visitarla, su intención de personarse en la causa y denunciar a la policía catalana por lo que consideran una actuación “negligente y absolutame­nte desproporc­ionada”.

El letrado negó rotundamen­te que Taib, al que conoció porque tramitó su divorcio, fuera un terrorista yihadista. “Era un buen musulmán, que pasaba por un momento personal muy complejo. Pero en ningún caso su acción se puede considerar un ataque terrorista yihadista”, dijo.

El letrado tiene el encargo de la exmujer, y de la familia del asaltante, que viven entre Argelia y Francia, de “recupera el honor” de Abdelouaha­b Taib, del que ya han reclamado sus restos para poder expatriar el cadáver y darle sepultura en su país de origen. “Su exmujer ha mostrado su intención de estar en el entierro, porque a pesar de todo, de la separación, de los motivos persona- les que la provocaron, se seguían queriendo mucho”, indicó.

Durante el registro de la vivienda del asaltante, los Mossos localizaro­n, guardadas entre las páginas de un viejo libro, unas notas escritas a mano por Abdelouaha­b Taib. La mujer contó que su marido las hizo hace un año, cuando falleció por enfermedad uno de sus mejores amigos. Las notas, en árabe, eran una oración de despedida.

Durante su interrogat­orio, Luci explicó que uno de los últimos mensajes en su teléfono fue enviado por Taib el viernes, en el que, medio en árabe, francés y castellano, le venía a decir que el cielo era el mejor lugar al que lle-

gar tras la muerte. La exmujer aseguró que guardaba muchos mensajes similares de su exmarido, que era “muy poético” y que le encantaba escribirle textos que, en muchas ocasiones, ella no entendía.

La comunicaci­ón entre ellos era complicada. Se conocieron hablando inglés, ella empezó a aprender el árabe en cuanto se pasó al islam, y empezaban a intercambi­ar palabras en castellano.

Sobre lo qué paso las horas previas al ataque, Luci ya contó a los Mossos que aquellos días él estaba buscando un piso para irse de casa. Sus hijas regresaban a casa de vacaciones el 29 de agosto, y él debía irse antes de esa fecha. Habían cenado juntos. Abdelouaha­b Taib se levantó pronto para el primer rezo de las cinco de la madrugada y después ya no supo nada más de él. Ayer los Mossos no habían localizado todavía ni el teléfono móvil del asaltante ni las llaves de la casa.

La agente que disparó asegura que temió por su vida y que el asaltante no hizo caso de sus órdenes

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ANA JIMÉNEZ
 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Mas seguridad. Los agentes de la comisaria de Nou de la Rambla, en Ciutat Vella, vigilan desde el lunes con armas largas el acceso a las dependenci­as policiales
ANA JIMÉNEZ Mas seguridad. Los agentes de la comisaria de Nou de la Rambla, en Ciutat Vella, vigilan desde el lunes con armas largas el acceso a las dependenci­as policiales

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