EE.UU. deporta a un antiguo SS a Alemania tras años de espera
El Gobierno de Estados Unidos confirmó ayer la deportación a Alemania de Jakiv Palij, acusado por Washington de complicidad en el asesinato de 7.000 judíos cuando ejercía de guardia “voluntario” en el campo de concentración nazi de Trawniki, entonces en territorio de la Polonia ocupada. Palij, de 95 años, llegó en la mañana de ayer a Dusseldorf a bordo de un avión militar, bajó del aparato por su propio pie, pero fue llevado en camilla a un centro sanitario.
“Palij mintió acerca de haber sido un nazi y permaneció en Estados Unidos durante décadas. La deportación de Palij envía un fuerte mensaje: EE.UU. no tolerará a aquellos que ayudaron en los crímenes nazis y otras violaciones de derechos humanos, no encontrarán refugio seguro en territorio estadounidense”, indicó la Casa Blanca en un comunicado. Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, expresó “su profundo agradecimiento a la República Federal de Alemania por readmitir” a Palij, quien sin embargo es polaco. Berlín ha aceptado la deportación después de largas negociaciones.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Palij emigró a Estados Unidos como refugiado y a su llegada al país, en 1949, ocultó su reciente pasado e indicó como única actividad la de campesino, asegurando que había pasado la guerra trabajando en la granja de su padre.
En 1957 le fue concedida la ciudadanía estadounidense, pero cuando décadas más tarde salió a la luz su pertenencia a las SS nazis, se la retiraron. Estados Unidos llevaba desde el 2004 intentando expulsarlo del país, donde vivía de ayudas sociales en el barrio neoyorquino de Queens, cerca del aeropuerto de La Guardia, ya que los tribunales estadounidenses no le pueden juzgar por crímenes cometidos durante la II Guerra Mundial que no hayan tenido lugar en su territorio.
Alemania había rechazado hasta ahora hacerse cargo de Palij al no haber poseído nunca la ciudadanía alemana y con el argumento, además, de que no existía ninguna orden de detención en su contra por asesinato o complicidad en asesinato. Tampoco Polonia y Ucrania –país al que pertenece actualmente la ciudad en la que nació Palij– querían acoger al exnazi. Alemania lo ha aceptado finalmente debido a la “responsabilidad moral”, por los crímenes cometidos por los nazis.
Jakiv Palij, polaco de 95 años, llegó en 1949 a Estados Unidos como refugiado ocultando su pasado