Vivir junto a zonas agrícolas eleva el riesgo de padecer cáncer de mama
Las mujeres que viven cerca de zonas agrícolas tienen mayor probabilidad de padecer cáncer de mama, mientras que las que residen junto a zonas verdes urbanas –parques y jardines– tienen menos riesgo de sufrir esta enfermedad. Así se desprende de un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) –centro impulsado por la Fundación Bancaria La Caixa– que ha analizado datos de salud, hábitos de vida, niveles de actividad física, nivel socioeconómico e historial residencial de más de 3.600 mujeres (1.738 de ellas con casos de cáncer de mama), teniendo en cuenta la cercanía de su domicilio a espacios verdes urbanos o áreas agrícolas, los niveles de contaminación del aire y la densidad de población.
“Hemos observado que las mujeres que viven cerca de espacios verdes urbanos tienen un menor riesgo de cáncer de mama mientras que, por el contrario, el riesgo de padecer ese cáncer es mayor entre las que viven cerca de zonas agrícolas, lo que indica que la asociación entre espacios verdes y cáncer de mama puede depender del uso que se da a la tierra”, dice Cristina O’Callaghan-Gordo, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
El coordinador de la investigación, Mark Nieuwenhuijsen, explica que detectaron una tendencia lineal entre la distancia a las áreas verdes urbanas y el riesgo de cáncer de mama; es decir, que cuanto más cerca de un parque o jardín vivían las mujeres menos casos de cáncer había. Lo que todavía no saben explicar los investigadores de IGSGlobal es qué características de los espacios naturales son más beneficiosas para la salud y por qué.
Estudios previos sugieren que el vínculo entre el cáncer de mama y la proximidad a los espacios agrícolas obedece al uso de los pesticidas en la agricultura. “En nuestra investigación no hemos analizado los niveles de exposición a agroquímicos, pero futuros estudios deberían tenerlos en cuenta para entender el mecanismo que explica esta asociación”, indica O’Callaghan-Gordo.
En cuanto al efecto beneficioso de los espacios verdes urbanos, hay estudios que lo justifican en unos mayores niveles de actividad física y una menor exposición a la contaminación del aire (que se ha vinculado con el desarrollo del cáncer), “aunque en este estudio no hemos podido observar estas asociaciones y creemos que otros mecanismos, como la reducción de los niveles de estrés en las personas que viven cerca de espacios verdes, podrían explicar la relación, pero es necesario realizar más investigaciones para confirmar esta hipótesis”, argumenta Manolis Kogevinas, también investigador de ISGlobal.