Salto en Ceuta con cal viva.
Lograron pasar 115 subsaharianos y siete guardias civiles sufrieron heridas
Un total de 115 subsaharianos saltaron ayer la valla de Ceuta. Usaron cal viva y ácido de batería e hirieron a siete guardias civiles. En la foto, tomada a la puerta del CETI, se ve que muchos de ellos eran muy jóvenes.
Heridos algunos, la mayoría exhaustos, pero todos contentos y emocionados. Ciento quince inmigrantes subsaharianos lograban hacia las 9 de la mañana de ayer saltar la valla de Ceuta y emprender a la carrera el camino hacia el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) gritando su particular ¡boza, boza! (libertad). Numerosos vecinos de la zona de Berrocal y Arroyo de las Bombas les daban agua y les proporcionaban las primeras ayudas. Este punto es el mismo donde el pasado 26 de julio 602 personas consiguieron acceder a Ceuta.
Siete guardias civiles que intentaron contener la avalancha resultaron con heridas de diversa consideración, según la Delegación del Gobierno. En el lado marroquí quedaban otros doscientos inmigrantes que no han podido cruzar. Allí, algunos gendarmes marroquíes también resultaron heridos. Algunos expertos creen que el salto fue protagonizado por los últimos subsaharianos que quedaban escondidos en los montes tras las redadas de las últimas semanas.
Los inmigrantes aprovecharon la circunstancia de que ayer se celebraba la fiesta del Sacrificio en Marruecos y la festividad local en Ceuta. Sabían que a la hora del rezo previo al sacrificio de los animales la vigilancia iba a estar bajo mínimos a ambos lados de la frontera.
Los subsaharianos emplearon cizallas para cortar partes del alambrado. Fuentes de la Delegación del Gobierno aseguraron que utilizaron también “cal viva, ácido de baterías y excrementos” para arrojarlo a los guardias civiles que custodiaban la frontera, como el pasado 26 de julio.
Este nuevo salto supone que en menos de un mes han logrado acceder a Ceuta más de 700 subsaharianos. El CETI de la ciudad tiene capacidad para 512 inmigrantes, pero acoge a 1.200 desde finales de julio. Ya entonces, el ejército tuvo que montar tiendas de campaña en un espacio contiguo a las instalaciones.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha reclamado más medios de protección para los agentes y que se permita el uso de escudos que puedan repeler los elementos que les arrojan, y material antidisturbios. La AUGC teme que, de no reforzar los medios de los agentes, sus vidas pueden llegar a correr peligro.
Destaca además la sensación de “abandono institucional, rabia e impotencia” que crece entre los agentes y solicita que también “se solucionen los problemas que afectan a las cámaras de seguridad, el aumento del número de agentes en la zona y la dotación de vehículos y de material adecuados”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apoyó en Twitter “a las FCSE que están afrontando de forma ejemplar el desafío migratorio, especialmente a los agentes heridos ayer. El Gobierno trabaja por el diálogo y la cooperación con países de origen y tránsito y por una gestión común, eficiente y humanitaria de la migración”, afirmó en un mensaje.
Los que han cruzado podrían ser el último grupo que se ocultaba de las redadas en Marruecos