PP y Cs no apoyarán la exhumación de Franco porque no es urgente
Los dos partidos critican que se apruebe por decreto ley, y los populares irán al TC
Por explicarlo con una analogía doméstica, si nos han dado las ocho de la tarde y la cama está sin hacer, no hay urgencia por hacerla (es el pasado), lo que toca es pensar en la cena (el presente) y en ver la tele (el futuro). Y dormir en una cama arrugada. Este es el argumento que comparten el Partido Popular y Ciudadanos respecto a la tramitación urgente de la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco que pretende aprobar el Gobierno socialista mañana viernes en el primer Consejo de Ministros del curso. El PP, que se abstuvo cuando, en el 2017, el Congreso votó la exhumación, ya ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Constitucional.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, habló ayer desde Murcia sobre la pretensión del Ejecutivo y atribuyó a “su debilidad” el que pretenda dar celeridad a la exhumación. Para Teodoro García, que Franco esté donde esté es fruto del “consenso constitucional”. Por eso cree que la aplicación del acuerdo del Congreso de los Diputados –contra el que no votó ningún grupo el pasado año; el PP se abstuvo– es “reabrir lo que el consenso constitucional cerró hace 40 años” y lanzó al respecto, en declaraciones a Efe, las siguientes preguntas retóricas: “¿Se cree con mayor legitimidad para tomar decisiones que las que tomaron el señor Fraga, el señor Suárez y el señor Carrillo en su momento, creando paz, concordia y generando una transición ejemplar en toda Europa? ¿Eso es lo que Sánchez, con 84 diputados, quiere ahora revertir?”. García Egea dice que, como exhumar los restos de Franco del mausoleo del Valle de los Caídos no comporta, a su parecer, ninguna urgencia, estas prisas sólo pueden responder a la necesidad del Ejecutivo de “mantener su fragilidad parlamentaria y contentar a sus socios”. Eso es lo que el PP considera un uso torticero de la tramitación de urgencia, y por eso ha decidido llevar el caso al Tribunal Constitucional, lo que, en todo caso, es difícil que comporte la suspensión cautelar de la exhumación, en el caso de que así lo solicitara el PP.
En cuanto a Ciudadanos, que votó a favor de la exhumación hace 15 meses, ayer confirmó que no apoyará en el Congreso el decreto ley que la habilite cuando sea sometido a votación. Se abstendrá. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, explicó que si el Gobierno sometiera a la cámara un proyecto global para el Valle de los Caídos que incluyera el traslado de los restos, lo aprobaría de mil amores, pero que la sola pretensión de sacar al dictador del monumento sin envolverla en un proyecto de reconciliación es a su juicio un intento por reconfigurar la política española en “un maniqueísmo de rojos y azules”, algo que, en su opinión, está tan demodé como escuchar música “en casetes o discos de vinilo”. Rivera, que también obstó, como el PP, que no hay razón para que, después de 40 años, haya que tramitar la exhumación por la vía de urgencia, adelantó que la postura de Ciudadanos será muy probablemente la abstención, aunque también admitió que ni siquiera se ha debatido el asunto en el grupo parlamentario.
La portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, no dejó pasar la ocasión de ironizar con el cambio de posición de Ciudadanos respecto a los huesos del autócrata. “Rivera hace mucho que perdió el centro y ahora está perdiendo el norte”, dijo ante cámaras y micrófonos. En cuanto al hecho de que la medida solo incluya la exhumación del dictador y no aborde el destino del monumento de Cuelgamuros, Lastra recordó que la proposición no de ley que Ciudadanos sí apoyó hace un año era igual de específica a este respecto, y hablaba solo de sacar a Franco de allí y trasladar a una lugar no preeminente los de José Antonio Primo de Rivera.
Rivera atribuye al PSOE la intención de reactivar una pugna de “rojos y azules” tan ‘demodé’ como “escuchar vinilos”