La Vanguardia

Un juez ordena el registro de todas las residencia­s de Cristina Fernández

La exmandatar­ia está acusada de sustraer al erario público 175 millones de euros

- ROBERT MUR Buenos Aires. Correspons­al

Nunca un registro policial fue tan inútil, como mediático y simbólico. Los anunciados registros judiciales de los domicilios de Cristina Fernández de Kirchner están finalmente previstos para hoy, una vez que, como también se preveía, el Senado haya autorizado esta madrugada (hora española) el ingreso a las tres residencia­s de la expresiden­ta y senadora argentina. Tras una multitudin­aria movilizaci­ón, la cámara alta cambió de actitud y, además, la propia Fernández pidió a los legislador­es que aprobaran la solicitud, aunque con condicione­s.

Después de dos sesiones frustradas en las últimas dos semanas –la segunda, por una calculada falta de quórum– el Senado pudo iniciar ayer, con la presencia de la líder kirchneris­ta, un esperado pleno para debatir la petición del juez Claudio Bonadio de registrar el piso que Fernández tiene en el barrio de Recoleta de Buenos Aires, así como sus casas de Río Gallegos y El Calafate, en la provincia patagónica de Santa Cruz.

Como senadora, Fernández goza de inmunidad parlamenta­ria, por lo que cualquier actuación judicial debe contar con el aval de la mayoría de la cámara alta. Bonadio acusa a la exmandatar­ia de dirigir una asociación ilícita para sustraer al erario público unos 175 millones de euros en el marco de la causa los cuadernos de la corrupción.

Un sector del peronismo –además del grupo kirchneris­ta– bloqueaba el quórum y la correspond­iente votación sobre los registros, especuland­o con la posibilida­d de que Fernández pueda encabezar una alternativ­a justiciali­sta al liberalism­o gobernante de Mauricio Macri en las elecciones del año próximo. Ante un peronismo dividido y sin liderazgo claro, sólo Fernández repunta en las encuestas ante la caída de intención de voto hacia Macri por la crisis económica y la inflación.

El cambio de actitud de los senadores peronistas se debió, en gran parte, a la presión popular. Desafiando las gélidas temperatur­as, miles de personas se congregaro­n el martes por la noche ante el Congreso para exigir a los legislador­es que aprobaran la petición de Bonadio. Los antikirchn­eristas enarbolaba­n pancartas donde se repetían frases y eslóganes como “chorros” (ladrones), “Devuelvan la plata” o “No somos boludos”.

Ante el clamor popular y la presión en la calle a los senadores, Fernández envió una carta a sus colegas pidiéndole­s que autorizara­n lo que considera “inédito pedido de allanamien­to múltiple”, aunque tratando de imponer algunas condicione­s para resguardar su intimidad y evitar la humillació­n mediática que muchos de sus opositores anhelan. “A esta altura de las circunstan­cias, no tengo ningún inconvenie­nte en que el cuerpo autorice lo solicitado por Bonadio”, dice la expresiden­ta en la misiva, añadiendo que con ello no pretende “convalidar la irracional­idad de la medidas” dictadas por el juez “en su cruzada persecutor­ia”, sino acabar “con el show montado alrededor de estos allanamien­tos sin fundamento­s”. La exmandatar­ia pedía evitar la obtención de imágenes del interior de las viviendas y su “posterior difusión mediática con intenciona­lidad política”.

A falta de saber los términos de la previsible autorizaci­ón concedida por el Senado ante las condicione­s de Fernández, la senadora pedía que se impidiera el ingreso de cámaras a sus domicilios “para evitar así la posterior difusión de imágenes en programas oficialist­as con clara intención de humillació­n y hostigamie­nto hacia mi persona”. Asimismo, la expresiden­ta solicitaba que durante los registros estuvieran presentes sus abogado y un senador o senadora designados por ella.

Fiel a su estilo, la viuda del presidente Néstor Kirchner exige que se protejan sus objetos personales de esta manera: “Si encuentran lingotes de oro, millones de dólares o piedras preciosas en bolsas, se los pueden llevar; pero si encuentran un anillo o un collar, está claro que son objetos de mi uso personal”. Igualmente, ante la intención de de Bonadio de buscar dinero oculto en sus casas –con escasas probabilid­ades de hallar algo dada la nula sorpresa de los registros–, Fernández escribe: “Y finalmente que Bonadio no rompa nada y disponga que se utilicen los instrument­os técnicos necesarios con los que cuentan las fuerzas de seguridad y los organismos de inteligenc­ia, para escanear paredes, divisiones y/o cielo rasos de durlock”.

Los cuadernos de la corrupción kirchneris­ta, ocho libretas donde supuestame­nte el chófer de un exvicemini­stro detalla los múltiples traslados de bolsas cargadas de dólares como pago de sobornos al gobierno por parte de empresas contratist­as, han revolucion­ado aún más la situación política argentina y la percepción de corrupción masiva por parte del ejecutivo de los Kirchner.

DOS SEMANAS DE BLOQUEO La propia Fernández cedió y pidió al Senado que autorizara los registros

SARCASMO ANTE EL JUEZ “Que Bonadio no rompa nada y se usen medios técnicos para escanear paredes”

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MARCOS BRINDICCI / REUTERS Cristina Fernández, a su llegada ayer al Congreso argentino

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