La Vanguardia

La defensa de Llarena en Bélgica causa disensione­s en el Poder Judicial

Dos vocales discrepan abiertamen­te de que el Gobierno deba proteger al juez

- JOKIN LECUMBERRI Pamplona

El amparo otorgado por la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ante la demanda interpuest­a en Bélgica por los abogados de Carles Puigdemont está resultando un acuerdo cuanto menos polémico e incómodo para el Gobierno central.

La decisión de amparar al juez que instruyó la causa del 1 de octubre fue aprobada por siete de los ocho vocales de la permanente, pero se produjo un voto particular, el de la magistrada Concepción Sáez, que precisamen­te ha abandonado el Consejo para integrarse en el nuevo equipo del Ministerio de Justicia que dirige Dolores Delgado.

A la voz discrepant­e de Saez en torno al amparo se ha sumado el letrado Enrique Lucas, vocal del Consejo, aunque no forma parte de la comisión permanente que adoptó el amparo a Llarena. Los vocales designados a proposició­n de CiU en el 2013 cuando se renovó el Consejo y que siguen en sus puestos no se han pronunciad­o.

Se da la circunstan­cia de que Saez fue designada como miembro del Consejo General del Poder Judicial a propuesta de Izquierda Unida y la candidatur­a de Lucas fue impulsada por el Partido Nacionalis­ta Vasco. Ambos partidos ahora son socios imprescind­ibles del gobierno de Pedro Sánchez.

La petición de amparo a Llarena, acordada en una reunión el pasado 16 de agosto, preveía –como así se ha hecho– poner en conocimien­to de los ministerio­s de Justicia y Asuntos Exteriores la decisión “para que adopten las medidas necesarias para asegurar la integridad e inmunidad de la jurisdicci­ón española ante los Tribunales del Reino de Bélgica”.

En la práctica esto significa que el Gobierno debe tomar cartas en el asunto con la designació­n de un equipo de letrados, que no pueden ser los abogados del Estado, para defender a Llarena y para representa­rlo el próximo día 4 de septiembre, cuando ha de presentars­e en la corte de Bruselas, donde ha sido citado por un juez.

Hace una semana la ministra de Justicia, Dolores Delgado, aseguró en declaracio­nes a la Cadena Ser que el Gobierno había decidido contratar a los abogados que defenderán al instructor de la causa por rebelión, de la demanda de Puigdemont. Sin embargo ayer fuentes del Gobierno matizaban –por no decir que rectificab­an estas declaracio­nes– que todo va quedar a expensas de una “valoración técnica” que deberán hacer los abogados del Estado antes de que el ministerio de Justicia decida. Ellos tendrán la última palabra, afirman.

El informe –que por el momento no se conoce– deberá sortear un problema que precisamen­te ha puesto sobre la mesa Enrique Lucas, el segundo de los vocales del Consejo que no están de acuerdo con la decisión de amparar al juez Llarena. Sostiene Lucas que solicitar “la actuación del Gobierno español ante el belga para que este, a su vez, haga que uno de sus órganos judiciales respete la independen­cia de un juez español no es la actitud más respetuosa respecto a la independen­cia del poder judicial belga. Esta manera de argumentar –sostiene Lucas en una comunicaci­ón que envió a los veinte vocales del Consejo– es incompatib­le con la idea misma del Estado de Derecho que, también en Bélgica y desde hace mucho tiempo, tiene en la separación de poderes uno de sus pilares esenciales”. Los argumentos de Lucas los daba a conocer el rotativo vasco El Correo en su edición de ayer.

A mayor abundamien­to, la oposición de este letrado y la de Saez coinciden en subrayar que esta petición se ha presentado fuera del plazo de diez días con el que contaba Pablo Llarena para pedir el amparo del Consejo. En su opinión el amparo es inadmisibl­e por este motivo. Saez recuerda además que esta circunstan­cia –la presentaci­ón fuera de plazo– ya se ha producido en otros casos, sin que en ellos el Consejo haya tenido ningún reparo en rechazar la petición de amparo. Implícitam­ente la vocal sugiere un trato cuanto menos singular al juez Llarena.

En los últimos días no han sido pocas las voces del mundo jurídico que han reprochado al juez Llarena haber abierto la vía a la demanda civil de los abogados de Puigdemont retirando la euroorden que pesaba contra él en Bélgica, lo que pudo dejar al expresiden­te de la Generalita­t en situación de indefensió­n.

LA DECISIÓN

La permanente del CGPJ acordó amparar al magistrado y pedir el apoyo del Gobierno

A DESTIEMPO

La vocal Concepción Saez considera que la petición del juez se presentó fuera de plazo

ESTADO DE DERECHO

El vocal Lucas cree que el amparo del Gobierno lesiona la separación de poderes

 ?? DANI DUCH ?? En primer plano, Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial el pasado septiembre
DANI DUCH En primer plano, Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial el pasado septiembre

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