Un hueso prueba el cruce de dos especies homínidas
Un fragmento de hueso de apenas un centímetro y medio perteneciente a una homínida de unos 13 años, encontrado en una cueva en Siberia, es la primera prueba del cruce entre una neandertal y un denisovano. Ambas especies son los parientes extintos más cercanos a los seres humanos, como pudieron comprobar investigadores de Alemania tras el análisis de estos restos, según publicó ayer la revista Nature.
“Sabíamos por investigaciones previas que los neandertales y los denisovanos debían haber tenido hijos en algún momento, pero nunca pensamos que tendríamos tanta suerte y encontrar una descendencia real de ambos grupos”, explicó una de las autoras, la investigadora Viviane Slon, del Instituto Max Planck.
El fragmento hallado “formaba parte de un hueso más largo y por ello podemos estimar que el individuo tenía al menos 13 años”, dijo la especialista Bence Viola, de la Universidad de Toronto (Canadá). Los restos fueron encontrados en el 2012 en la cueva de Denísova (Siberia) por investigadores rusos y con el análisis genético comprobaron que se trataba de una homínida y que la joven era neandertal por parte de madre y denisovana por parte de padre.
Esto muestra que los neandertales migraron entre Eurasia occidental y oriental decenas de miles de años antes de su desaparición, según los expertos. El padre denisovano tenía al menos un antepasado neandertal en su árbol genealógico.
“Quizá los neandertales y los denisovanos no tuvieron muchas oportunidades para conocerse, pero cuando lo hicieron, debieron de aparearse con mucha más frecuencia de lo que pensábamos”, explicaron los investigadores.